El caso es que llegue a Villaverde Alto, ande como media hora hasta el festival y eso que decían que estaba cerca, sí, las narices 33. Después fui preguntando hasta que llegué a las taquillas, ahí era o blanco o negro, no había grises, con gran valentía pregunté, me dijo la persona que estaba en la taquilla que sí, que había, alabado sea Jared Leto, Jesús, el cosmos, el universo o quien queráis, pero el caso es que se me dio de lujo y entré.
Eran las ocho de la tarde, cuarenta minutos me separaban de ver al señor Leto y al grupo por séptima vez. Hacía fresquito pero el sol pegaba que no veas. Llegue al escenario, repleto de chicas esperando a Olivia Rodrigo (haciendo noche o bien desde la una de la madrugada allí, cosa que la gente veterana de festis no hacemos, las nuevas generaciones supongo), el caso es que estaba petado, la verdad es que iba muy relajada porque había cumplido con mi cometido y iba a verles sí o sí, daba igual más cerca o más lejos, pero estar estaba.
Me fui moviendo de un lado a otro hasta que cinco minutos antes de que empezará, me cambié al lado izquierdo. Estaba muy cerca y se veía genial, estuvimos esperando impacientes a que empezará, pero la dana que estaba por Cataluña hizo que se retrasasen y llegasen justos para el concierto.
Empezaron fuerte con Kings & Queens, seguida de Up in The Air y Walk on Water. No faltaron las icónicas como The Kill o Attack, las potentes Stuck, Closer to The Edge o Hail to The Victor.
Fueron en total 10 canciones y fue una pasada, es que nunca me aburro de verles, es que es un espectáculo tan brutal, son tan potentes en directo, es tal la química de Jared, el frontman de la banda, con el público, hace un show para que tanto si les conoces como si no, te lleves un buen sabor de boca de como ha sabido gestionar la puesta en escena.
Les he visto varias veces y aún así me siguen sorprendiendo, es que sus canciones son himnos, en alguna te vas a sentir identificada o identificado. En directo suenan de cine, la batería de Shannon siempre es un 10 y la guitarra de Stevie es atronadora.
Para acabar diré que fueran 45 minutos o 1 hora, incluso media hora, siempre los voy a disfrutar, siempre me van a sacar una sonrisa, siempre van hacer que el día vaya mejor, siempre me van a centrar en el camino que tengo que seguir, siempre me van a animar sus canciones y siempre me harán mirar hacia delante y seguir en esta vida que, a veces, te da sorpresas tan especiales como esta.
Rocío Juan
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