jueves, 31 de agosto de 2023

Descubriendo a... John Lennon

Hoy voy a hablaros de los fenómenos de transcomunicación instrumental o, como lo llamamos en el barrio, psicofonías. Ya en su momento, a Thomas Edison se le pasó por la cabeza si estos fenómenos podrían ser una puerta para comunicarse con el mundo que hay más allá. Su interés no era tan desinteresado como puede que os estéis imaginando. Se lo planteaba para hablar con su madre, con la que estaba muy unido (no como el resto). Esto no se quedó en un simple deseo. Intentó llevarlo a cabo en 1918 junto a su ayudante, el doctor Miller Hutchinson. La idea fue publicada en la revista Scientific American en 1920 y no realizada debido a su fallecimiento, lo cual, me imagino, que le sirvió para sus propósitos para comunicarse con su madre. Pero este interés no surgió únicamente en Edison. Nikola Tesla y Gugliemo Marconi también manifestaron algún interés por el tema. La época y el breve desarrollo tecnológico del campo eran el problema. Hasta 1950, estas ideas no se pudieron llevar a cabo con cierto amparo tecnológico. 
Este parece ser el molde en el que encajarían personas con la vocación de los señores que he citado más arriba, pero también atrajo la atención de un exorcista. En 1972, el padre Marcello Pellegrino Ernetti afirmó haber construido un cronovisor, un invento que, en teoría, le guiaría al texto correcto de las Tablas de la Ley, ver la imagen de Jesús en la cruz o recuperar obras musicales perdidas de la época romana. El relato oficial nos dice que este proyecto del cronovisor data del año 1952 durante la grabación de un canto gregoriano. Un fraile llamado Agostino Gemelli se dio cuenta, junto a Ernetti de que algunas voces se escuchaban durante la reproducción de la grabación en el laboratorio de física de la Universidad del Sagrado Corazón de Milán, en la que le pareció reconocer la voz de su padre ya fallecido. Esto me recuerda a una escena de ‘’ El exorcista ‘’ en la que el padre Karras está analizando la grabación de Reagan en el campus de Georgetown, pero eso es otra conversación para otro lugar. 
Este asunto ha sido objeto de las más diversas explicaciones. Se ha dicho que surgió debido a una implicación con la cábala o participaciones de los conceptos pitagóricos de la armonía de las esferas, tema del que no sé absolutamente nada y dejaré en un discreto segundo plano. 
Si lo he entendido y logro explicarlo con claridad, para que este sonido se genere, hace falta que una sustancia etérica haga la función de soporte, como en una cinta magnética en la que se graba el sonido. Toda esta leyenda del cronovisor señala al papa Pío VII como el mecenas del aparato, cuyo éxito provocó que lo mantuvieran a buen recaudo en el Vaticano. Hay quien dice que se ha descatalogado el prototipo por ser peligroso y, ojito, por su potencial de intervenir en el libre albedrío de los cristianos. 
Vayamos a un escenario más cercano. En 2003, unos parapsicólogos intentaron contactar con Lady Di en un programa de televisión. Programa por el que había que pagar. Se cumplió la ley de la improbabilidad y no llegaron a hablar con Diana de Gales, y, a pesar del fracaso y el pastizal recaudado, decidieron intentarlo con John Lennon. Esta sesión tuvo lugar el 23 de abril de 2003 y, por raro que pueda parecer (y lo es), John Lennon estableció contacto y lo que dijo es lo siguiente: Paz, el mensaje es paz. No se andaban con tonterías ni tenían ganas de pillarse los dedos. 
Que cada uno crea lo que quiera, pero que se asegure de interesarse por todo. Os animo a tirar del hilo.

Daniel



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