viernes, 19 de enero de 2024

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA COMBATIR UN ATAQUE “NORMIE”

Esta ha sido una semana durita. Montón de tareas “normies” para hacer y por “normie” me refiero a todo eso que es “no-friki”. Llamadas telefónicas a empresas de energía que te llevan toda la tarde, reuniones con representantes del clan bancario de más de hora y media, visitas a centros gubernamentales para poner en orden algunos datos, más llamadas telefónicas esta vez a gestores, facturas, papeleos, papelotes... Lo que viene siendo una pedazo de mierda “normie” como la que plantó aquél triceratops en “Parque jurásico”. Que esa es otra, tú descuida que Steven Spielberg no quiere mostrarnos escenas de tipos disparando salvajemente a los dinosaurios, ni siquiera a los carnívoros, pero no tiene ningún inconveniente en enseñarnos con todo detalle un truño gigante reptiliano y a la vicealmirante Holdo hurgando en él con ansia viva. No me extraña que después de tal orgía coprofílica acabara empotrando su nave contra otra. Debía ir borracha de tanta mierda. Pues como ése chorongo ha sido ésta semana, sólo que de color gris, porque todo lo “normie” tiene color gris. Hasta el cielo ha estado gris esta semana. En fin, cosas del puto enero y su cuesta. Prefiero la de Moyano, la verdad. El martes ya estaba como el “Enterprise” después de una batalla con seis aves de presa klingon, flotando boca abajo y soltando emanaciones del núcleo de curvatura por las barquillas. Total que ésta semana he tenido que echar mano de la artillería pesada friki para intentar mantener mi ya de por sí perjudicada cordura. Lo siento pero es que a mí la “burrocracia” y el papeleo me sacan de mis casillas cosa mala. Y nada mejor que combatir ésa mierda con el amigo Ronnie James Dio. Naturalmente he necesitado no uno sino dos discos para curar mis perjudicadas neuronas. Nada como inyectar la música de éste señor por vía auditiva para notar una mejoría instantánea que ya querrían para sí los medicamentos contra la gripe. Y en la receta el título de los discos era “The Last in Line” y “Sacred Heart”, segundo y tercer álbum de la banda fundada por Dio y bautizada con su apellido publicados en 1984 y 1985 respectivamente. Del primero hay que señalar grandes canciones como “I Speed at Night” (ideal para los Torettos de la vida), “Evil Eyes”, “Mystery” (la que más me gusta a mí), “Breathless”,  o la que da título al álbum “The Last in Line”. De “Sacred Heart” destacaría las canciones “Rock’N’Roll Children”, “Another Lie”, “Hungry for Heaven” o “Just Another Day” aunque el disco se puede escuchar de seguido sin problemas porque en general todas las canciones están muy bien a pesar de empezar con una canción en directo, mi kriptonita musical. Y nada mejor para acompañar semejante menú sónico que un libro de Warhammer 40.000 concretamente el titulado “Warlord: Fury of the God-Machine” escrito por David Annandale un tipo con el que estaré atento a partir de ahora porque ha sabido describir muy bien los combates a muerte entre los robots gigantes del Universo Warhammer llamados “Dioses-Máquina” que vienen a ser como si Mazinger Z se hubiera metido en un gimnasio y se dedicara a escuchar música heavy e ingerir esteroides como si no hubiera un mañana. He leído otros libros sobre éste tema como “Titanicus” de Dan Abnett y no estaban los combates tan bien descritos, la verdad. Y eso que Dan Abnett me parece uno de los mejores escritores de la Black Library junto a Aaron Dembski-Bowden. Siempre que leo algo de Warhammer 40.000 me acuerdo de los cómics del Juez Dredd que compraba de chaval y que devoraba con la vista varias veces para disfrutarlos adecuadamente. O cualquier otro título de 2.000 A.D. como “Robot Hunter”, “ABC Warriors”, “Perro de estroncio”, “Rogue Trooper”, “Halcón negro” o cualquier otra de las maravillas que se publicaban en ésa revista británica. Bueno, menos los “Héroes de Harlem” y no porque fueran de Harlem, no me vayan a acusar ahora de racista que estoy disfrutando como un gorrino de la serie “Lawmen: Bass Reeves” y me encanta la Blaxploitation sino porque a mí el deporte me da repeluco. Los deportistas son las tropas de choque del malvado imperio “normie”. Me cago en el deporte y aunque puede que sea bueno para la salud yo con andar media horita todos los días ya voy que me mato. El resto es pornografía, oiga. Ea, no olviden supervitaminarse, mineralizarse y combatir al gris y maligno imperio “normie”. Voy a ver si me compro unos escudos de vacío.


TELLY CHAVALAS




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