viernes, 1 de marzo de 2024

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA BÁRBAROS MALDITOS Y APOCALIPSIS CIBERCRANEALES

El otro día escuché en un vídeo de Youtube que ya hay tres grandes superficies estadounidenses que han eliminado el formato físico. Vamos que se han cargado sus secciones de venta de DVDs, Blu-ray y CDs. Lo que vienen siendo películas y discos a tomar viento por ahí. Y claro, yo entiendo la comodidad de bajarse una canción de Skynet, a veces por la cara, o ver una serie en una plataforma de streaming. Pero les contaré lo que pasó con una famosa serie de ciencia ficción en octubre del año pasado. Una plataforma, no diré cuál más que nada para no hacer el Pepito Grillo, puso dos temporadas de la serie y a los dos días la retiró. En la actualidad esta serie sólo tiene cuatro temporadas completas y la quinta se queda a la mitad. Chapuzillas televisivas de ayer y hoy, ya saben. Mientras tanto, si yo tuviera las siete temporadas de esa serie en formato físico estaría tranquilo. Como no es así, y dependo del servicio de streaming estoy con el culo encogido cual hámster que ha olido a una serpiente en su vecindario temiendo que el día menos pensado me retiren la serie porque la vemos cuatro gatos locos. Eso es la “comodidad” del streaming. Y cuando en el futuro quieran ustedes ir a una biblioteca pública a por un libro, una película o un disco se encontrarán una mierda bien gorda, como la del triceratops ése de “Parque Jurásico”. El material a prestar tendrán que descargárselo en su móvil, o ya a esas alturas, en su chip craneal implantado a la fuerza por el gobierno de turno para combatir el Kovid-29 (con K que es más “Kañero”) y el libro vendrá censurado con los párrafos más polémicos eliminados, la película habrá sido adaptada a las “nuevas audiencias” y el disco vendrá sin las canciones más controvertidas. Y a casita con toda esa mierda capada implantada en el cerebro. Así que mi consejo es que comiencen a acaparar material físico de todo aquello que les gusta ahora que tienen tiempo. Antes de los chips craneales. Y con la misma rabia con la que acumularon papel higiénico durante la pandemia. Yo estoy pensando en comprarme la adaptación al cómic de “Los últimos Jedi” para dedicarla a ese uso en caso de apocalipsis cibercraneal. Vale que así acumulas mierdas en casa, pero como dice el refrán “Quien guarda, halla”. Que es lo que me ha pasado a mí con dos discos de Ozzy Osbourne que he estado escuchando esta semana. El primero de ellos ha sido “Scream” publicado en verano de 2010 y por un extraño motivo el amigo Ozzy no contó en él con la guitarra de Zakk Wylde con el que estaba colaborando desde mi disco favorito “No Rest for the Wicked”. Tampoco participó el batería Mike Bordin con el que colaboraba desde 2001. Quizá lo del batería no lo he notado tanto pero sí he echado de menos a Wylde, la verdad. Aunque el disco no está mal y puede escucharse del tirón incluso un par de veces no llega a tener grandes canciones que destaquen sobre otras. Ya saben ése tipo de canciones tan buenas que te apetece escucharlas seguidas varias veces. El otro disco que he estado escuchando de Ozzy es el titulado “Just Say Ozzy” y me viene al pelo para lo que les he contado al principio del texto. Resulta que éste disco de canciones en directo fue descatalogado en abril de 2002 y no se encuentra ya a la venta en los Estados Unidos. Decir que me ha gustado bastante a pesar de ser un disco en directo a los que les tenía una tirria que se me está pasando con tanto escucharlos últimamente. Sólo dura 30 minutos y apenas trae 6 canciones pero es un resumen muy bueno de la carrera de Ozzy ya que trae un par de temas de su etapa en Black Sabbath y casi podría servir como un grandes éxitos. Y nada mejor que la música de Ozzy Osbourne, aunque sea sin el gran Zakk Wylde, para disfrutar del cómic “Barbaric” de Michael Moreci, Nathan Godden, Addison Duke y Jim Campbell publicado por la editorial Hidra en mayo de 2022 y que narra las aventuras de un bárbaro que blande un hacha embrujada y que ha sido maldecido por tres brujas para “hacer el bien”. Con la cantidad de tacos que suelta su protagonista, Owen el bárbaro, es candidato perfecto a que en el futuro el cómic esté prohibido, censurado o alguna otra mierda de ésas. Llegará algún imbécil normie con poder, pensará que no puede haber tacos en una cosa que es “para niños” y decidirá que hay que quemar todos los ejemplares. Con el gordo del dueño a ser posible atado a una estaca. Y así de estúpida es la humanidad, señoras y señores. Si me pasa ya aviso que pienso hacerme con una bombona de butano y esconderla en una mochila o algo. A ver si con el fuego de la hoguera peta la bombona y me llevo a algunos por delante como hacían el teniente Gorman y la soldado Vasquez en “Aliens, el regreso”. Y a otra cosa, mariposa. Ea, no olviden supervitaminarse y mineralizarse. Y atesoren formato físico que estos cabrones nos lo quieren quitar todo.

TELLY CHAVALAS



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