KILLUS: DEVILISH DEEDS
No ha habido que esperar mucho para que 2020 cuente ya con uno de los álbumes imprescindibles del año: Devilish Deeds, el nuevo trabajo de Killus, que plantea una muy seria, muy sólida y muy prometedora nueva etapa de esta banda de Vila-Real.
Empeñados en seguir el camino de la renovación y teniendo muy claro cómo enfocar esta nueva fase de su evolución como grupo, marcada por la incorporación de Javi Ssagittar en la voz y la letra de los temas, los Killus se reinventan como una de las formaciones esenciales de la oferta de metal en España.
Crecen sin negar su historia, algo nada fácil pero que en Devilish Deeds han conseguido plenamente, multiplicando el poder de su sonido agresivo por la incorporación de una mayor variedad de propuesta que equilibra su potencia con lo melódico.
Así no solo mejoran, sino que amplían de forma decidida lo que pueden ofrecer tanto a sus seguidores como a los neófitos de su música que cuando escuchen este nuevo álbum van a subirse al carro del grupo, decididos a disfrutar de una de las mejores bandas de metal que tenemos ahora mismo en España.
Y digo disfrutar porque además los Killus tienen capacidad de sobra para dar una nueva orientación aún más espectacular en directo, armados hasta los dientes con los temas de este disco, tirando además de sus clásicos cosechados a lo largo de sus seis álbumes anteriores y arrollando con un viaje por el metal industrial, el metal gótico y otras variantes. Así lo demostraron en el showcase eléctrico que se marcaron en la sala Rockville de Madrid el pasado miércoles 29 de enero con motivo de la presentación a la prensa de su último trabajo de estudio.
Imposible salir de los 45 minutos demoledores en los que lo dieron todo sin quedar convencido de que estos tipos están en un momento clave de una trayectoria ascendente que se confirma después de escuchar Devilish Deeds, su mejor trabajo de estudio hasta el momento.
Todos los componentes de la banda crecen y se crecen con este trabajo.
Ssagittar (voz), Ruk (guitarra), Kun (guitarra), Premutoxx (bajo) y Nano (batería) van a arrasar más y mejor que nunca en el momento en que empiecen a girar en este año 2020 reforzados con los maquillajes que le dan una nueva imagen a la banda, obra de Vixteria Hollow.
Tal como nos explicaron en la rueda de prensa, han llegado un poco tarde a la selección de festivales que cada vez cierran antes sus programas (las prisas son malas para casi todo, amigos, y a estos cinco tipos los van a echar de menos en festivales como no los fichen aprovechando el mercado de invierno, eso fijo), pero podremos verlos girando por salas por varias plazas de la península, así que ahí va un consejo muy en serio: permaneced atentos a las fechas de gira y no dudéis en ir a pillar la entrada en cuanto toquen cerca porque seguro que os merece la pena.
Si la liaron parda en un showcase no pienso perderme la que pueden hacer en un concierto a toda pastilla, así que ojo cuidado con perderse sus bolos.
Además hay que aprovechar para rendirle en directo el tributo que merece a Devilish Deeds, trabajo ejemplar que se abre con un pórtico prometedor, Canticum Apocalyptica, introducción edificada sobre la voz de Jesse Dracman, el apóstol de lo macabro de los australianos Darkcell, que da paso rápidamente al tema que da título al álbum, con su letra edificada sobre el juego de contrarios que deja claro el tono del viaje que nos propone Killus en este trabajo que sus responsables definen como conceptual y del que Ssaggitar afirma que es una visión de las cosas que no gustan en un mundo que funciona mal. Un viaje al infierno donde el responsable de las letras no duda, según él mismo explicó en rueda de prensa, no duda en mirar a Kafka y Nietzsche.
ULTIMATE BRUTALITY IS AN ART
IT´S NOT AN END, IT´S A START
TRAGEDY IS A TRANSPORT, DSETRUCTION IS LIFE
DEATH IS LOVE, AND ENLIGHTENMENT IS ISTRIFE
Se abren así las puertas de un infierno viviente materializado en los catorce temas que integran Devilish Deeds, todos en inglés salvo el tema El Péndulo, uno de mis temas favoritos de este álbum, que demuestra el poderío en castellano de la banda, la versión remasterizada de A Perfect Paradigm [MMXX], que cierra este trabajo y la versión del tema The Look, clásico de los suecos Roxette que Killus tenía ya grabado y trabajado antes del inesperado fallecimiento de la cantante Marie Fredricksson, como explicó Ruk en la presentación a la prensa. Por cierto, hablando de versionar a los grupos que le gustan o han marcado, Javi Ssagittar citó a Led Zeppelin y Deep Purple, y quien esto escribe se frota las manos y aprovecha para desear muy fuerte que Killus incluya algún tema de estos dos gigantes en su repertorio futuro a la mayor brevedad posible. Tras escuchar su versión de The Look sospecho que podría ser mítico.
Señalado por ser el álbum con más solos de guitarra de la banda, marcado por los riffs y el refuerzo rockero de la propuesta con una velocidad y una energía desbordante en cada tema, Devilish Deeds no da tregua ni hace prisioneros y mantiene el tipo y la fuerza de letra y música en Vortex, No More Hope, Ascending Antichist, The End of the Vatican, el más metal industrial de todos los temas de este trabajo, Flash of Mercy, For Death I Lust, Ephemeral, Nemesis, Raise Me Up…
Hay que destacar, porque lo merece, el trabajo de presentación y arte del álbum, obra de Leidbild, que saca el máximo partido al a propuesta temática de las canciones tanto como a la propuesta de presentación visual de los integrantes del grupo junto a las letras. Un muy completo acompañamiento del contenido que invita a renovar el placer de coleccionar álbumes y darle a la buena música todo el respaldo que merece.
Texto: Miguel Juan Payán
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