domingo, 26 de abril de 2020

El Cajón de Telly Chavalas

EL DISCO QUE MÁS ME GUSTA DE DAVID BOWIE: “LET’S DANCE”



Bueno, pues ya estoy de vuelta, en pleno confinamiento. La verdad es que esto de estar metido en casa ya lo viví siendo chavaluco. Verán, a principios de los ochenta tuve un catarro persistente que no se quitaba. Al final mis padres me llevaron al médico y después de los análisis de sangre y las radiografías les dijeron que tenía principio de pleuritis y que ni se les ocurriera llevarme al colegio. Probablemente fue uno de los días más felices de mi vida. A mí la enfermedad me importaba tres pepinos. Como si me hubieran dicho que tenía xenopoliticemia, psoriagrís o hemorragia culébrica. Me daba igual, el concepto importante allí era “al día siguiente no vas a ir al colegio, y al mes siguiente, tampoco”. Lo dicho, uno de los días más felices de mi vida. Las drogas duras a las que estaba enganchado en aquellas fechas eran los cómics de Los Pitufos de Peyo, las figuras de plástico de Los Pitufos, claro, los soldados de plástico de escala 1/72 y un libro de Emilio Salgari, “Los tigres de Mompracem” que me había regalado un primo por mi cumpleaños. Bueno y la película “Blade Runner”, que mi hermano me había llevado a ver en un programa doble de sesión continua en la que la echaban junto a “La recluta Benjamín” de la que sólo vimos el final, la verdad. Allí lo que interesaba era la película de Ridley Scott. De hecho, sospecho que la pleuritis la pillé por correr por el patio jugando a ser un Blade Runner que caza “pellejudos” y con el abrigo abierto, claro, como en la película. Si se entera mi madre me mata. Total que dándole a esas drogas duras y de vez en cuando haciendo los deberes que iba mi madre a buscar al colegio logré pasar dos meses muy guapos, la verdad. Además como estaba pachucho todos los adultos de mi familia me hacían un poco más la pelota, me compraban juguetes y en general me dejaban hacer casi cualquier cosa. Mi madre me permitió incuso plantar una tienda de campaña en mi habitación fabricada con mantas. Y allí me metía a jugar que era una cueva o simplemente a escuchar música en una radio que tenía. Y lo que sonaba por aquellas fechas eran canciones de Tino Casal, de Queen y el disco que nos ocupa, “Let’s Dance” de David Bowie. Recuerdo escuchar en esa pequeña radio las canciones “China Girl”, “Modern Love” y sobre todo la que da título al álbum, “Let’s Dance”. El disco también contiene el pedazo de canción “Cat People (Putting Out Fire)” que se utilizó en la película “El beso de la pantera” (1982) de Paul Schrader, remake ochentero de “La mujer pantera” (1942) de Jacques Tourneur. Al final terminé curándome pero he de reconocerles que los últimos días de encierro ya estaba un poco hasta las narices. Había llegado la primavera y veía a mis amigos jugar en la calle, cosa bastante cargante, la verdad. Además cuando volví a bajar tuve que tomar precauciones. Mi madre por ejemplo no me dejaba sentarme en la acera a jugar con los soldados de escala 1/72 así que tuve que inventarme que iban a bordo de unos barcos volantes, representados por un patín submarino de los Madelman, para que mis amigos tampoco tuvieran que sentarse en el suelo. En fin, de todo se sale, sobre todo teniendo un poco de imaginación. Suerte a todos.




TELLY CHAVALAS



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