Hablar de Judas Priest supone hablar de la que quizá sea la banda que comenzó por finales de los 70´s y con la ayuda de un ingenioso Rob Halford o que seria la estética del cuero y las tachuelas unido a un rock endurecido por las guitarras y las voces chillonas y agudas. Se que para muchos el mejor disco de Judas no será ”Defender” pero hay que resaltar un punto de inflexión en su carrera ya que después de sacar su exitoso “Screaming For Vengenance” había que mantener el ritmo y toda la calidad que en ese disco habían depositado.
“Jawbreaker” y “FreeWheel Bunrning” nos van a empezar a meter en faena, a darnos algo con lo que comenzar a alegrarnos, potentes riffs y ritmos demoledores.
Seguidamente nos darán un himno en toda regla de buen heavy metal “Rock Hard Ride Free” suena a las mil maravillas y supone unos de los mejores comienzos de una canción de metal, con un solo de guitarra totalmente magistral para dar salida a la voz de Halford al mas alto nivel. Ya les digo, un auténtico temazo que hace un disco ya de por si se mantenga tan solo con esta canción. Los solos de guitarra son absolutamente magistrales.
”Love Bites” comienza muy pausada con esos ritmos metálicos y esa voz en medio de los riff que nos meten en medio del ritmo medio. “ The Sentinel” vuelve a empezar con un tremendo solo de guitarras y va subiendo poco a poco hasta hacer estallar a Rob Halford y exprimir su voz hasta el limite. Estos dos ultimas temas un hoy día son himnos en sus conciertos.
“Some Heads Are Gonna Roll” me encanta por su increíble ritmo y sensacional composición en un disco que tenia la difícil tarea de intentar ponerse a la altura del anterior que habia cosechado muchos triunfos en las listas de ventas .
Algún componente de Judas Priest a declarado en alguna ocasión y a reivindicado mucho este álbum por haber pasado quizás demasiado desapercibido a lo largo de los años pero desde aquí quiero darle al “play” yo también porque cuando escuchaba la discografía de los británicos descubrí este disco y me dejo fascinado, sin contar con esa portada tan bestial que asomaba en negro con ese monstruo mecánico con cara de león.
Un buen disco para los defensores del metal.
Alex El Cimmerio
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