Hoy os vengo a hablar de Riverdale y su cuarta temporada. Tengo que decir que haciendo balance de las tres temporadas anteriores me quedo con la primera sin lugar a dudas, para mi es la que mejor está. La segunda bueno está pasable, pero la tercera no hay por donde cogerla, piensas que van a ir por un lado y acaban por otro y mal.
Se inventan una especie de bucle que no acaba nunca, luego le dan otra vuelta y al final nada de nada, el último capitulo de la tercera temporada es todo un batiburrillo que se despeja un poco así in extremis. El personaje de Luke Perry Fred Andrews al morir el actor lo que hacen en la tercera temporada es que le mandan a otro estado. Al empiece de la cuarta temporada le hacen un homenaje con Shannen Doherty como actriz invitada y bueno no está mal el homenaje, pero no se yo soy de dar los homenajes de otra forma, me pareció un poco no se como describirlo pero a mi no me gustó.
SPOILER! SPOILER! SPOILER! SPOILER! Bueno la cuarta temporada empieza fuerte con Archie poniendo el gimnasio donde boxea como un lugar para que se queden los chavales, Verónica peleándose con sus problemas familiares y el apellido Lodge, Betty con su hermano que está en la CIA (Si habéis leído bien Betty su hermano no era el drogadicto de la temporada anterior, es un agente de la CIA) su madre le está ayudando a atrapar a la secta de la granja, Jughead llega a un nuevo colegio donde no se lo pondrán fácil, hasta aquí la cuarta temporada de lo que hemos visto claro, la tercera temporada nos dejo a los chicos de Riverdale quemando el gorro tan significativo de Jughead, esperemos que eso de para algo, que profundicen en ello y que no se vayan por las ramas.
Texto: Rocío Juan
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