1- ¿Qué nos puedes contar sobre Desorden?
DESORDEN es nuestro tercer disco. El primero en castellano tras dos discos en inglés. Ha contado con la producción de Santos & Fluren de Blind Records. Fue grabado en febrero de 2020 a escasas semanas de que el Covid pusiera el mundo patas arriba. Son 8 temas con una sonoridad oscura a la par que muy enérgica. En él han participado musicazos del nivel de Marcos Ceprián (guitarra), Mikel Irazoki (bajo) y Xavi Molero (batería).
2- Cambias al castellano después de dos discos en inglés ¿Cómo fue este cambio y por qué?
Llegó un punto en que me parecía un poco absurdo estar contando historias en un idioma que no es el materno ni para mi ni para la gente que escucha el disco. Se dio la circunstancia que varios discos de artistas de habla hispana se alinearon en mi universo sonoro (“El libro de las mutaciones” de Bunbury, “El poeta Halley” de Love Of Lesbian o “Vamos a volvernos locos” de Leon Benavente entre otros) y provocaron en mí un efecto reto. Así que decidí probar y ver qué tal se me daba escribir letras en castellano. Me sentí muy cómodo y muy a gusto trabajando con los recursos que te da la lengua castellana. Así que decidí dar el salto y en este sentido no hay marcha atrás.
3- ¿Y qué nos puedes contar sobre la reorientación del sonido?
Un artista tiene que evolucionar siempre. Un artista que no evoluciona tiene muy poco que aportar a la sociedad. Repetir una fórmula (haya funcionado o no) ha de ser tremendamente aburrido, tanto para el artista como para las personas que escuchan el disco. En nuestro caso ha sido una evolución muy natural. Con Santos y Fluren (los productores del disco) sentimos que esa era la sonoridad que pedían las canciones desde que eran simples demos.
4- ¿Qué influencias hay en este disco?
Las hay muy obvias. Nosotros no escondemos ni disimulamos nuestro amor incondicional por The Cure y su sonoridad (especialmente entre 1985 y 1992). Hay otras también muy visibles como Depeche Mode, como New Order, como Placebo o los más recientes Editors o Interpol. En general la new wave británica de primeros / mediados de los 80 tiene mucho peso en la visión que perseguimos cuando entramos en el estudio.
4- ¿Qué influencias hay en este disco?
Las hay muy obvias. Nosotros no escondemos ni disimulamos nuestro amor incondicional por The Cure y su sonoridad (especialmente entre 1985 y 1992). Hay otras también muy visibles como Depeche Mode, como New Order, como Placebo o los más recientes Editors o Interpol. En general la new wave británica de primeros / mediados de los 80 tiene mucho peso en la visión que perseguimos cuando entramos en el estudio.
5- ¿Qué balance haces desde que empezaste hasta ahora?
Sigmund Wilder es un proyecto que nació por el simple placer de crear música. Así que grabamos nuestro primer disco sin pensar en un mañana. Se publicó un 12 de febrero de 2017. Todo lo que vino después de ese día, ha sido un regalo de la vida. Cuando partes de ese planteamiento el balance solo puede ser positivo. Cuando Sigmund Wilder sea historia, podremos presumir de haber llenado un Luz de Gas o La [2] de Apolo, de haber cosechado muy buenas críticas firmadas por críticos de renombre y de haber actuado con festivales como Porta Ferrada, el festival Jardins de Pedralbes, etc. Pero por encima de todo, podremos presumir de haber publicado decenas de canciones que llegaron al corazón de X personas y les hicieron sentir emociones.
Sigmund Wilder es un proyecto que nació por el simple placer de crear música. Así que grabamos nuestro primer disco sin pensar en un mañana. Se publicó un 12 de febrero de 2017. Todo lo que vino después de ese día, ha sido un regalo de la vida. Cuando partes de ese planteamiento el balance solo puede ser positivo. Cuando Sigmund Wilder sea historia, podremos presumir de haber llenado un Luz de Gas o La [2] de Apolo, de haber cosechado muy buenas críticas firmadas por críticos de renombre y de haber actuado con festivales como Porta Ferrada, el festival Jardins de Pedralbes, etc. Pero por encima de todo, podremos presumir de haber publicado decenas de canciones que llegaron al corazón de X personas y les hicieron sentir emociones.
6- ¿Cómo ves la situación en cuanto a conciertos y el tema del streaming?
Estamos atravesando un proceso de cambio y adaptación de lo que hasta ahora considerábamos normal e inmortal. El tema de los streamings está bien siempre que no pretendamos verlo como un sustituto de la música en directo vivida en un mismo espacio y tiempo. Para mí dista muy poco de comprar un Blu Ray y verlo en el sofá de casa. Los conciertos con restricciones son la realidad de hoy y no hay otra. Toca disfrutarlos y esperar a que todo mejore y vuelva a su cauce, pero sobre todo toca apoyarlos. Si por pereza decidimos no apoyar los conciertos en su formato actual, es altamente probable que la música en directo tal como la conocimos en su día no vuelva jamás.
7- Y para acabar, ¿Qué nos puedes contar sobre el videoclip ‘Sin Ti Fue Invierno’?
Sin Ti Fue Invierno es la canción que mejor representa la sonoridad y el espíritu del actual Sigmund Wilder. El videoclip nace de la mente y las manos de un joven director de Barcelona llamado Max Palou. Está grabado en diferentes localizaciones del Baix Llobregat y cuenta una historia con tantas posibles interpretaciones y lecturas como propia la letra de la canción.
Estamos atravesando un proceso de cambio y adaptación de lo que hasta ahora considerábamos normal e inmortal. El tema de los streamings está bien siempre que no pretendamos verlo como un sustituto de la música en directo vivida en un mismo espacio y tiempo. Para mí dista muy poco de comprar un Blu Ray y verlo en el sofá de casa. Los conciertos con restricciones son la realidad de hoy y no hay otra. Toca disfrutarlos y esperar a que todo mejore y vuelva a su cauce, pero sobre todo toca apoyarlos. Si por pereza decidimos no apoyar los conciertos en su formato actual, es altamente probable que la música en directo tal como la conocimos en su día no vuelva jamás.
7- Y para acabar, ¿Qué nos puedes contar sobre el videoclip ‘Sin Ti Fue Invierno’?
Sin Ti Fue Invierno es la canción que mejor representa la sonoridad y el espíritu del actual Sigmund Wilder. El videoclip nace de la mente y las manos de un joven director de Barcelona llamado Max Palou. Está grabado en diferentes localizaciones del Baix Llobregat y cuenta una historia con tantas posibles interpretaciones y lecturas como propia la letra de la canción.
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