sábado, 24 de marzo de 2018

Gospel Punk


GÓSPEL PUNK
Mezcla adictiva y explosiva de ese rock mestizo en el que JJ Bolton es veterano de guerra con galones bien ganados. Ska y punk con momentos de corrido mejicano o hip hop si es menester, y mucha iracundia desatada. Eso es lo que nos proponen los “Matarratas del Predicador”… ¡Miau, miau!
A fuego y espada verbal en sus letras, con mucho cachondeo y mala leche sacuden El Predicador JJ Bolton  y el coro Gospel Punk la actualidad de nuestro tiempo, bombardeando las orejas del personal con trece temas en los que se alternan momentos de rabia reivindicativa y denuncia visceral, donde el grito se cruza con la carcajada sarcástica, barajando epítetos para “las ratas corruptas” o “el pequeño Nicolás” con mensajes sencillos y difícilmente discutibles como “el corrupto al trullo”. 
Arranca navegando en un mar de ira al grito de “Bótalos a todos” el combinado de punk verbal y ska musical de esta formación quereparte leña materializando sus críticas en una hibridación de estilos y anunciando “Hemos venido del infierno a cambiar las cosas”. Se lanzan luego de inmediato a conquistar a bocados y llenar de música la tierra de nadie entre ska, punk, hip hop, reggae y góspel, mientras temas como No tengo papel y Si tu vida es una mierda te sacan la sonrisa como hiciera la mejor peripecia de viñetas de El Víbora o El Jueves.
Avisos reiterados sobre el mosqueo social imperante -“Ya está aquí el Predicador y no sólo para darles el sermón”,  “Vuestro apocalipsis se acerca, cabrones…”- saltan en Bótalos a todos, Tengo hambre, Luz para mi mamá, la balada épica para las heroínas maternas maltratadas por la enfermedad maldita, la variante Resistiré, la variante Luz Para Mi Mamá Feat, Terrible San Martin Let Love Single Edit, Esto es lo que hay, con sus “cameos” verbales de “invitados especiales” y el tema con ecos más rock de este trabajo, la cachonda Pequenyo Nicolas, El viatje Del Astronauta, y las versiones finales de Luz Para Anita y el cierre Bótalos a todos.
Necesaria y divertida la presencia en el panorama musical de estos furibundos trovadores de la ira.





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