VINILOS EN BUSCA Y CAPTURA
Sosiego y calma, no es que un grupo de discos haya atracado una sucursal bancaria. Ya les he hablado en alguna ocasión de la colección de vinilos de mi hermano y que amablemente me dejaba usar cuando era un chavaluco. La verdad es que se portó muy bien al fiarse de mí, un animalejo algo brutote que se cargó un Cinexin que le regalaron un día de Reyes la primera vez que giró la manivela de aquél trasto infernal. Alguien tan bruto que logró romperle la pierna a tres o cuatro figuras de acción de La Masa, conocida hoy como El increíble Hulk. Así que dejarme utilizar su tocadiscos para ponerme éstos vinilos no mucho después de ésas “hazañas” fue un verdadero riesgo para él y para el equipo. Maltrato de material llamaban a eso en la mili. Afortunadamente no ocurrió nada y lo traté mucho mejor que su caja de Madelmanes. A ver entre ustedes y yo, los Madelmanes eran unos flojeras y se rompían con mirarlos. Caray, todavía tengo algunos clicks de Famobil (actualmente de Playmobil) de cuando era niño y aún sobreviven. Bueno que me voy por los cerros de Úbeda, el resultado es que estuve utilizando el tocadiscos y disfrutando de los vinilos sin romper nada. Muchos de ellos como ya les he contado en alguna otra ocasión logré adquirirlos luego en formato Compact Disc para seguir disfrutando de ellos. Pero otros que me gustaban mucho me ha sido imposible encontrarlos. Ya sé que todo se puede encontrar por Skynet, perdón Internet, pero prefiero tenerlos en formato físico después de haber rebuscado en alguna tienda. Viejuno y maniático que es uno. Total que ha habido tres discos que se me han escapado. El primero es el titulado “Classic Rock, Rock Classics” publicado en 1981 en el que la London Symphony Orchestra y la Royal Choral Society llevaban a cabo versiones de temas muy conocidos del rock como “Stairway to Heaven”, “Layla”, “Get Back”, “Baker Street”, “Hey Jude” o “Another Brick in the Wall”. Yo lo usaba para leer cómics de Conan el cimmerio o novelas de fantasía heroica como “El Señor de los anillos” mayormente y en algunas de ésas canciones podía incluso visualizar la carga de caballería de algún que otro ejército fantástico. Otro que se me ha escapado a lo largo de los años es la banda sonora de “Desmadre a la americana” o “Animal House” en su título original. Ya saben, los traductores siempre haciendo de las suyas, en lugar de titularla “Una casa de animales” o algo así pues se inventaron aquello del “desmadre”. Tendrían miedo de que los espectadores pensaran que iba sobre un zoológico o algo. Además de incluir la música que Elmer Bernstein realizó para la película también tiene algunos temas musicales muy interesantes como “Twisting the Night Away” de Sam Cooke, “Shout” y “Shama Lama Ding Dong” ambos de Lloyd Williams o temas como “Louie, Louie” y “Money (That’s What I Want)” interpretados por el mismísimo John Belushi. No recuerdo haber utilizado éste disco para leer algún cómic en concreto aunque sí lo utilicé para jugar a algún videojuego de Amstrad como el “Arkanoid” o el “Contra”. Recuerdo que en la contraportada del vinilo venía una foto muy chula con todos los protagonistas de la película haciendo una peineta a la cámara. Al intentar buscar la foto por Skynet me he encontrado incluso un Funko del senador Blutarsky en plena fiesta toga con su corona de laurel y todo. Caramba, es que hay Funkos de casi cualquier cosa. Y como no hay dos sin tres el tercer vinilo que aún no he podido cazar es la banda sonora de “Superman II” de Ken Thorne aunque incluye el tema principal de la película obra de John Williams. Al igual que Richard Donner fue sustituido como director en la segunda entrega por Richard Lester lo mismo le ocurrió al amigo Williams después de tener una bronca con el nuevo director. Así que Lester recurrió a Ken Thorne que ya había colaborado con él en otros títulos. Anda que no me leí cómics de Superman con ése vinilo y aunque no llega a ser tan bueno como la banda sonora de la primera película en la que Williams contó con la London Symphony Orchestra del primer disco que les mencioné servía perfectamente para la tarea de meterse por las córneas los cómics del personaje dibujados por John Byrne, Curt Swan o Neal Adams. Será cuestión de seguir buscando. Al fin y al cabo ahí está la diversión. El ser humano es tan bobo que casi disfruta más con la búsqueda que con el hallazgo en sí. De hecho en cuanto encontramos algo ya estamos pasando de ello y comenzamos a buscar un nuevo objetivo. Ea, cuídense y disfruten todo lo que puedan y les dejen.
TELLY CHAVALAS
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