Para muchos de nosotros, el cine fue el paso anterior a la música y quien diga que un gran porcentaje de las canciones que ama no viene del cine, directamente miente. Fue mi caso cuando era adolescente y llegué a la película ‘’ The Wall ‘’ de Alan Parker. Por aquel entonces debí pensar algo como ‘’ la música mola, pero es una más de otra película más ‘’. Con total seguridad porque no creo que un adolescente pueda apreciar del todo lo que esta obra significa.
Si dejamos a Parker a un lado, nos centraremos en Roger Waters. Nos remontaremos al momento en que decididamente toma las riendas de Pink Floyd y empieza una fase de desprecio absoluto por la vida que le llevaron por caminos equivocados. Para empezar, sus malas conductas y tiranías creativas provocaron el cisma dentro del grupo. Sobre todo, con David Gilmour, guitarrista del grupo que lo mandó todo al infierno.
Pero hay un momento que marca el inicio para inspiración de esta obra. En un concierto, Roger Waters se descubre insultando y escupiendo al público. Esto le genera gran desasosiego cuando vuelve al camerino y no logra comprender qué se ha apoderado de él.
Hay que comprender a Roger Waters en esta situación. Se dice por ahí que le tiraron petardos y que eso fue lo que provocó todo el follón. De acuerdo, pero lo que inició todo esto es una sensación por parte de Waters de que el público estaba demasiado lejos como para escucharles bien y que aquello no tenía sentido.
A partir de ahí, todo fue cuesta abajo y Waters empezó a trabajar en este álbum conceptual. La idea detrás de esta historia es que un muro representa el abandono y el aislamiento representados por un muro. Uno de los grandes temas de este álbum, como en otros como ‘’ The final cut ‘’ es la guerra que se cobró la vida de su padre. Algo tan recurrente que me parece que se llegó a creer demasiado especial, pero bueno, sigamos.
La decisión de hacer este álbum película puso a Roger Waters en contacto con Alan Parker, que ya venía de dar ejemplo con el musical con ‘’ Bugsy Malone ‘’ y ‘’ Fama ‘’. Un señor curtido en publicidad que se empezaba a labrar una lustrosa carrera en cine y con el chocó de las peores formas en el rodaje. Porque no puede haber dos dictadores en rodaje y el puesto de director exige un mando de hierro.
A pesar de todas las desavenencias, la película salío adelante y el resultado fue algo que me robó la mirada y todavía no me la ha devuelto. No tenía ni idea de lo que estaba viendo de adolescente, pero es increíble cómo aquello ha crecido a lo largo de todos estos años.
Recomiendo recuperar esta película y este álbum que acabaron siendo grandes éxitos. Más el segundo que el primero, aunque la película acaba en el tercer puesto de la taquilla en 1982. Todo está en estado de gracia. A veces pienso en todos los problemas por los que pasó esta producción y me pregunto hasta qué punto los problemas son responsables de parte del éxito.
Lo que es indudable es que lo que perteneció a una época concreta y la hizo grande, pertenece a todas. Que nadie crea que se puede quitar de encima ‘’ The Wall ‘’ por haberle pasado 40 años encima. Todo lo contrario. Esas imágenes siguen teniendo una fuerza increíble y no hemos superado la visión de Alan Parker ni la música de Pink Floyd.
Daniel
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