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viernes, 4 de marzo de 2022

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA DIBUJANTES


Estaba el otro día escuchando un programa del podcast sobre cómics de Rob Liefeld titulado “Robservations With Rob Liefeld” en el que comentaba que cuando tiene que dibujar suele poner en el reproductor series como “The Six Million Dollar Man” que ya ha visto muchas veces. También suele escuchar música que ya se sabe de memoria, por aquello de no distraerse y dejar de darle al lápiz. De vez en cuando se para y mira algo de la serie, pero como se la sabe de memoria suele dedicarse a trabajar. Por lo visto tampoco es capaz de hablar por teléfono mientras trabaja. Es curioso porque Rob Liefeld, creador de personajes como Deadpool o Cable, no se encuentra entre mis dibujantes favoritos, la verdad. Debo de tener uno o dos cómics suyos. Un tomo de “X-Force” que sacaron los de Forum y el número uno de su serie “Youngblood” y pare usted de contar. A decir verdad tengo más tebeos de otros de sus compañeros de Image como Erik Larsen, Jim Lee o Todd McFarlane. Sin embargo la labor de éste hombre al frente de ése podcast es muy encomiable. Transmite una afición a los cómics y un entusiasmo por el medio muy difíciles de igualar. Además suele contar muchas anécdotas jugosas sobre el medio. Y sobre lo de la música, la verdad es que lleva parte de razón. Cuando estoy leyendo un libro para no distraerme suelo poner discos que ya me sé de memoria como el “Down to Earth” y “Long Live Rock ‘n’ Roll” de Rainbow, el “No Rest for the Wicked” de Ozzy Osbourne, el “Breakfast in America” de Supertramp o el “August” de Eric Clapton. Debe de ser que el cerebro los ha escuchado tanto que pone el piloto automático y ni te das cuenta por lo que puedes leer tranquilamente sin despistarte. Sin embargo cuando yo le metía más horas que ahora a eso de dibujar recuerdo que solía guardarme algunos discos que me gustaban mucho para esos momentos. Discos que eran todo lo contrario de los que usaba para leer. Sabía que eran buenos y me gustaban pero los escuchaba poco y los reservaba para dibujar. Les aseguro que en aquella época estaba convencido de que incluso los dibujos me salían mejor gracias a la música de esos discos. Y además como solía escucharlos menos que el resto solía disfrutar aún más de la música. Entre ellos figuran los grandes éxitos de Deep Purple reunidos en “The Platinum Collection”, una colección de tres discos con 41 canciones de la banda aparecida en 2005 que trae además un libreto de 14 páginas con textos y fotos de la banda. Otro disco que solía guardar para esos menesteres era el “Let It Roll” de George Harrison, probablemente el Beatle que mejor me cae de los cuatro y a mi cavernícola entender el que tenía más talento de todos ellos. Vale, los fans de la banda me van a matar, que sí, que si Paul, que si John, lo que queráis, pero las canciones de éste señor están a otro nivel. Por lo menos para el menda. Ahora con el dibujo ya voy más a salto de mata y dibujo en plan choricero donde y cuando puedo, incluso en una libreta guarra sentado en un sillón, así que ya no hago pijadas de ése tipo. Quizá porque me he hecho viejo, o puede que sea porque no he logrado ganar dinero con el dibujo como el amigo Rob, vaya usted a saber. O porque tengo menos tiempo. En fin, debo de ser una especie de dibujante muy vago que se queda en los bocetos y no sigue mucho más allá. Entre ustedes y yo, son lo más divertido. Lo de después es mero embellecimiento pero la fuerza de verdad está en los bocetos. Vaya, ¿será eso por lo que no soy un dibujante digamos "profesional"? Les diré una cosa, me paguen o no por los dibujos yo soy dibujante, ¡qué leñes!. Y además no copio fotos como algunos que conozco. Bueno quizá alguna portadilla, pero para aprender y poco más. En general como lector de cómics llevaba muy mal eso del plagio, actividad que algunos califican como “homenaje”. Pues nada, les recomiendo tanto el programa del amigo Rob como ésos dos discos. Si pueden échenle un oído. Si a mí, que no me gustan los Beatles, me puede gustar la música de George Harrison todo es posible. Ea, cuídense y disfruten todo lo que puedan y les dejen.


TELLY CHAVALAS




viernes, 11 de febrero de 2022

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA ENANOS CAÓTICOS


Estaba el otro día buscando un disco para leerme uno de los últimos libros que me he comprado de Warhammer, el medieval no el del año 40.000, “La caída de Altdorf” de Chris Wraight. Es que los discos de Manowar y de Rainbow para leer cosas épicas están ya machacados los pobres y me los sé de memoria. Total que rebuscando entre los compact disc me encontré con un recopilatorio de la banda Helloween “Ride the Sky. The Very Best of 1985-1998”. Helloween era un grupo muy apreciado por mis colegas del colegio y siempre estaban intentando convencerme de que me comprara algún casete del grupo. Pero ya saben ustedes, de chavaluco el dinero da para lo que da (y no es mucho) y tiene uno que estar siempre eligiendo aquello que puede comprarse. Y no recuerdo haber visto casetes piratas de éstos buenos señores así que estuve sin comprarme un disco de ellos ni se sabe. Hasta que debí topar con éste recopilatorio con sus grandes temas en 2016. Y el caso es que sus portadas muy bien ilustradas, algunas de ellas con temas fantásticos, siempre me llamaban la atención en las tiendas. Para más INRI un día nos dio por ir a jugar al rol en casa de uno de los colegas del colegio. Bueno, en realidad era la casa de un amigo que había hecho uno de esos colegas al cambiar de colegio. Total que allá nos fuimos los tres amiguetes y el que ponía el juego y la casa completando el cuarteto. Me llamó la atención que el amigo no tenía casi cómics y en una estantería de madera pegada en la pared tenía apenas un par de tomos de la serie “Superconan” y algún que otro ejemplar de “La espada salvaje de Conan”. Recuerdo que me corrió un escalofrío al pensar en cómo sería vivir con apenas seis o siete cómics de Conan en la estantería. Creo que el tipo vio mi expresión porque luego cuando estuvo asignando los personajes del juego a mí me tocó el de “enano caótico” y francamente, durante un momento pensé que me estaba insultando o algo. El caso es que el tío tenía ojo, o mi amigo le habló de que mi personaje preferido cuando jugábamos al videojuego “Golden Axe” era el enano del hacha, vaya usted a saber. Total que me acabó gustando eso del “enano caótico”. Estoy por ponerlo en alguna tarjeta de presentación: “Telly Chavalas, enano caótico y lector de cómics”. De hecho, no es por vacilar (bueno, un poco sí) pero yo fui el que gané la partida. Ya llevábamos varias horas y el colega, que era además el Dungeon Master, me dijo: “te conviertes en un gigante, tira los dados y si sacas más de tal número los matas a todos y ganas”. Y saqué el número que tenía que sacar, no recuerdo cuál era, siempre he sido muy malo con los números. Ya no volví a jugar a Rol, más que nada porque no se dieron las circunstancias, pero siempre me ha interesado mucho el mundillo y cualquier cosa que huela mínimamente a orcos, monstruos, hachas, jamonas en cota de mallas, bárbaros, brujos, enanos caóticos y demás gente de bien. Pues bien, parte de la partida la adornamos con música de Helloween, quizá por eso de forma subconsciente acabé por comprarme el grandes éxitos éste, muy recomendable por cierto. He de reconocer que me gusta más el CD número 2 que el 1, aunque éste último es muy bueno para dar ambiente y tiene una canción cojonuda titulada “Metal Invaders” aunque no supera a temazos como “Steel Tormentor” o "Wake Up The Mountain" del segundo disco. Además la edición trae un librillo de 16 páginas sobre la historia de la banda alemana, en inglés, eso sí. Por lo que pone en él al comienzo se llamaban “Iron Fist” como el personaje experto en artes marciales de Marvel que dibujó John Byrne. En fin, parece que el cerebro guarda por su cuenta datos que te tira a la cara cuando pasan varios años o simplemente surgen como una rata mutante haciendo largos en una alcantarilla. Lo dicho, un disco muy recomendable si le pueden echar las zarpas encima, a un precio razonable, claro está. Está homologado por el Gremio de Enanos Caóticos y es perfectamente compatible con la lectura de obras dedicadas al Warhammer digamos “medieval” y temas afines. Ea, disfruten todo lo que puedan y sobre todo cuídense mucho.


TELLY CHAVALAS




viernes, 21 de enero de 2022

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA ALIENÍGENAS

Estaba el otro día viendo un capítulo de la segunda temporada de “Expediente X” en el que hablaban de la música que se envió en las sondas Voyager lanzadas a finales de los setenta. A éstas alturas creo que ya han abandonado el sistema solar y navegan por el espacio interestelar. Aunque el tema del que hablan en el capítulo es el “Concierto de Brandenburgo número 2 en fa mayor” de Johann Sebastian Bach también llevaban otras canciones del resto del planeta que fueron grabadas en un disco de oro. Da vértigo imaginar lo que pensará de ése disco el alienígena que se lo encuentre y pueda reproducirlo. La cosa está difícil ya que no alcanzará la estrella más cercana hasta dentro de 40 mil años pero quién sabe. Quizá alguna nave de patrulla de los Klingons, los Kzin o los Skrulls se tope con ella, vaya usted a saber. Bueno, ésas tres razas mejor que no se la encuentren. Y hablando de alienígenas el otro día leí una conversación interesante en twitter en la que dos aficionados al cine decían que las películas históricas deberían provocar un sentimiento de alienación en el espectador. Vamos que lo que viéramos en la pantalla debía de parecernos tan raro como ver una película de ciencia ficción y mentaban la serie “Roma” y la última película de Ridley Scott “El último duelo” como ejemplos. La verdad es que me pareció una idea acertada. En el cine actual se tiende a ver el pasado y las narraciones históricas desde el punto de vista actual, cuando en realidad nuestros antepasados tenían una forma diferente de ver la vida. Si ya hay malentendidos entre los millennials y los boomers imagínense entre un yuppie de los ochenta y un visigodo, por poner un ejemplo. Y me acordé de la banda sonora de la película “Destino de caballero” (2001) de Brian Helgeland, una historia de un un plebeyo que se hace pasar por caballero y compite en una serie de duelos convirtiéndose en una especie de Cristiano Ronaldo medieval. Vamos que los duelos eran como el fútbol y tal. Para acabar de rematar la faena la banda sonora está formada por música actual. Aquí les dejo la lista para que se hagan una idea:

Queen-“We Will Rock You”, War-“Low Rider” , Bachman-Turner Overdrive-“Takin’ Care of Business” , David Bowie-“Golden Years” , Train-“Ramble On” , Heart-“Crazy on You” , Eric Clapton-“Further On Up The Road” , Rare Earth-“Get Ready” , Sly & The Family Stone-“I Want To Take You Higher” , Thin Lizzy-“The Boys Are Back In Town” , Carter Burwell-“One Of Your Own” , Robbie Williams y Queen-“We Are The Champions” , Dan Powel-“Pieces” , Third Eye-“Blind Eye Conqueror”

Como verán toda ella es una música muy medieval. En aquella época el experimento tuvo su éxito y quizá dio pie a futuras majaderías que estamos sufriendo en la actualidad. Vale que no iban a poner de banda sonora los grandes éxitos de Santa Hildegarda de Bingen pero en ésta película, sentimiento de alienación va a haber poco, la verdad. Incluso recuerdo que hay una escena de un baile en el que los protagonistas comienzan a danzar al ritmo de las palmas y terminan siguiendo los acordes del “Golden Years” del amigo Bowie. Así que choque cultural no hay demasiado. Y eso no tiene gracia. Es como viajar a un lugar que ya conoces y en el que no te va a sorprender nada. De hecho hay otra saga de películas más recomendable que se inició con “Los visitantes” (1993) de Jean-Marie Poiré en la que la diferencia entre los dos protagonistas medievales y los habitantes de la actualidad a donde van a parar tras viajar por el tiempo es la fuente de todas las bromas, chistes y coñas con las que te mondas de risa. Sobre todo con el personaje interpretado magistralmente por Christian Clavier, Del Cojón el Bribón. Así que ya saben, no olviden supervitaminarse, mineralizarse y alienarse como diría Super Ratón. Ea, cuídense y a divertirse todo lo que les dejen.


TELLY CHAVALAS




viernes, 14 de enero de 2022

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA HOMBRES-MURCIÉLAGO


Ya les he contado en alguna ocasión que utilicé el disco de Supertramp “Breakfast in America” para leer el cómic “Watchmen” de Alan Moore y Dave Gibbons. Cuando terminé de leerlo me quedé con ganas de seguir visitando el universo del cómic. Lamentablemente en aquella época ya no sacaron más cómics de ése universo. Luego con el tiempo y alguna que otra película y serie de televisión sí lo han hecho y algún cómic bueno ha salido de ahí como por ejemplo la miniserie “Before Watchmen: Rorschach” de Brian Azzarello y Lee Bermejo que aprovecho para recomendarles. Sale incluso el amigo Travis Bickle de “Taxi Driver”. Total que en aquella época oscura a finales de los ochenta lo más parecido al universo que describían en “Watchmen” era el universo de los cómics de DC, ya saben: Batman, Superman, Wonder Woman, La Liga de la Justicia, la Legión de Superhéroes, The Question, La cosa del pantano, Hawkman, Flash, Green Lantern, Green Arrow. Esa gente. Así que sin darme cuenta comencé a leer cómics de ésa editorial en cantidad, sobre todo los de Batman que heredaron la banda sonora de “Watchmen”, esto es el “Breakfast in America” de Supertramp así como otros discos de la banda a los que les pude echar las urpas como “Some Things Never Change”. En ésa época estrenaron la película de Batman de Tim Burton y a la gente se le fue la pinza con el personaje. Tuvo bastante éxito y algún pirao decidió asociar el personaje con la música Acid House, vamos lo que viene siendo música con sintetizadores para bailar como un loco en ocasiones con ayuda de alguna que otra pirula. Además se asoció un elemento visual del cómic “Watchmen” la chapa amarilla con una cara sonriente conocida como “Smiley” con ése tipo de música, las coincidencias de la vida y tal. He de reconocer que yo de Acid House no tengo ni puta idea pero en aquella época me hizo gracia la conexión. Sin embargo yo a Batman le he asociado otros tipos de música como por ejemplo los discos de Billy Joel como el “52nd Street”, más que nada porque aprovechaba un vinilo que tenía mi hermano del pianista y cantante el para leer los cómics del Hombre-Murciélago. Cuando vi la edición en compact disc de dicho vinilo a un precio asequible me hice con ella ya que el Señor de la Noche no podía estar sin su banda sonora habitual. Luego cuando publicaron “El largo Halloween” de Jeph Loeb y Tim Sale amplié mi discografía del amigo Billy Joel con “The Stranger” aprovechando que lo sacó a la venta un periódico. Me vino bien con la segunda parte de “El largo Halloween” titulada “Dark Victory” que era mucho más gorda que su antecesora por cierto. Como leo muchos cómics de Batman he procurado con hacerme con más discos para acompañar dicha lectura y aprovechando alguna que otra oferta me he hecho con la banda sonora de la película de Tim Burton. Bueno, con una de las bandas sonoras porque tuvo tanto éxito que aprovecharon para hacer caja sacando dos diferentes, la de la música de la película que corrió a cargo de Danny Elfman y un disco con la música que Prince realizó para la misma y que se puede oír en algunas escenas de la película como cuando el Joker entra con sus esbirros en el museo o en la cabalgata del final. Son auténticos temazos cañeros y ahora que lo pienso puede que tengan que ver algo con el Acid House. Y yo sin pirulas. También me compré la banda sonora de “Batman Begins” de Hans Zimmer y James Newton Howard pero he de reconocer que ésa la pongo un poco menos que el resto de los discos. Lo curioso de ésta es que los títulos de las canciones se basan en los nombres de las diferentes clases de murciélagos que hay en el mundo. Últimamente los quirópteros tienen mala prensa por que les han señalado como origen de la pandemia. Habrán visto ustedes alguna foto de una sopa de murciélago en la que parece que el bicho está en un jacuzzi disfrutando del baño. Creo que es una acusación falsa. Acuérdense del final de “El caballero oscuro”. Han puesto a los pobres murciélagos de cabeza de turco pero me da a mí que el origen de la pandemia es más bien algún primate gilipollas en un laboratorio. Y paro aquí que se me va la pinza si sigo. Así que eso, vivan los murciélagos y las murciélagas y cuídense mucho. Ea, a disfrutar.


TELLY CHAVALAS




viernes, 10 de diciembre de 2021

El Cajón de Telly Chavalas

LA MÚSICA DE OTROS

No sé si se habrán parado a pensar en toda la música a la que son aficionados y cuyo gusto han adquirido gracias a alguien que han conocido. La música es un gran tema para iniciar una conversación y la gente siempre acaba vendiéndote la que le gusta más. Haciendo memoria hay muchos grupos e intérpretes a los que les he pillado gusto después de que alguien me los haya presentado. Incluso había otros a los que no les había prestado atención y gracias a la insistencia de algún amigo han acabado por gustarme. Cuando estaba en la facultad mi amigo Rafa siempre nos bajaba a Madrid en su coche cuando íbamos de marcha y en todos los viajes nos daba un concierto de Depeche Mode. Los ponía tanto que no sé cómo el caseto del coche no acabó por escupirlos pero gracias a eso les eché alguna que otra oreja y acabaron por gustarme, sobre todo la canción “I Feel You” del álbum “Songs of Faith and Devotion”. Por las mismas fechas Eva me pasó su walkman con una cinta de Pink Floyd cuando volvíamos a Madrid en el autobús y me quedé flipado con la canción “Learning to Fly”, la segunda del disco “A Momentary Lapse of Reason” una de mis favoritas del grupo desde entonces. Durante el servicio militar estábamos un día sentados en la puerta de la armería y a un compañero de Jaén que insistía en que le llamáramos por el mote de Reina vaya usted a saber por qué, le dio por cantar la canción del álbum “Agila” de Extremoduro “So Payaso” justo cuando pasaba un alférez por delante de la puerta. Y a voz en grito cantó el tío la estrofa de “A ver qué me dice después… ¡¡SO PAYASO!!” con el oficial ahí de cuerpo presente. No se giró y nos metió un paquete de milagro. Todavía no sé cómo no acabamos en el disciplinario que era una especie de minicárcel que había en el cuartel y en la que acababan metidos todos los tipos chungos, vistiendo todo el día en chándal y peleando por las noches con las hordas de chinches que habitaban los colchones. Una vez pasado el susto el amigo Reina se empeñó en ponernos los grandes éxitos del grupo al que presté más atención desde entonces. Un día incluso intentó que el de la oficina pusiera en el tocadiscos algún álbum del grupo. El aparato estaba conectado a un montón de bafles repartidos por toda la compañía y solía atronar con la canción “Ardor guerrero” de la mañana a la noche con la intención de que los reclutas aprendiéramos a cantarla. Y anda que no era difícil de aprender la dichosa cancioncita. No logró convencerle finalmente pero habría estado cachondo escuchar a los Extremoduro por todos esos altavoces. Probablemente entonces sí que habríamos acabado en el disciplinario porque seguro que insistiría en poner la de “So Payaso” cuando entrara algún mando en la compañía. En un curso de fotografía digital en el que teníamos que estar mucho tiempo haciendo prácticas con el ordenador acabamos por llevar cada uno un día algún que otro disco para que lo escuchara toda la clase. A Jorge, un colega del curso, le dio un día por traer el disco de Mamá Ladilla “Naces, creces, te jodes y mueres”. Después de aguantar las catorce canciones, mientras el resto nos partíamos de risa con las letras, uno de los alumnos se levantó todo indignado a quitar el disco cuando escuchó el “Aleluya” de Händel convertido en la canción “Hijoputa”, que afortunadamente era la última. Ea, otro gusto adquirido. De vez en cuando me pongo ése disco y me parto de risa con las canciones, sobre todo con el “Hijoputa”. Luego hay otros gustos, claro, que no llegan a cuajar, como por ejemplo las canciones de Luis Miguel con las que me torturaba mi amiga Raquel. En fin, no todas las semillas acaban por germinar, qué se le va a hacer. Lo siento por Luis Miguel y por el “Ardor guerrero”, no es nada personal, de verdad. Ahí abajo les dejo las canciones mencionadas, un recordatorio del dudoso gusto musical del que disfruto. Bueno, pásenlo bien y cuídense.



Depeche Mode: “I Feel You”: https://www.youtube.com/watch?v=gx2NGmM6y9A

Pink Floyd “Learning to Fly”: https://www.youtube.com/watch?v=nVhNCTH8pDs

Extremoduro “So Payaso”: https://www.youtube.com/watch?v=1D3tSv9LQlE

Mamá Ladilla “Hijoputa”: https://www.youtube.com/watch?v=jpXih4Yecdk



TELLY CHAVALAS




viernes, 19 de noviembre de 2021

El Cajón de Telly Chavalas

DOS GRANDES MÚSICOS METIDOS A ACTOR

Seguro que en alguna ocasión les he hablado del amigo Jeff Healey guitarrista y cantante invidente que tocaba la guitarra sentado poniéndola tumbada sobre las piernas. Los lectores ochenteros algo cinéfilos le habrán visto en la película De profesión: duro (1989) dirigida por Rowdy Herrington y protagonizada por Patrick Swayze, Kelly Lynch, Ben Gazzara y Sam Elliott. La verdad es que el título que los traductores se sacaron de la manga es espantoso. Me imagino que hacia el final de la tormenta de ideas para traducir el título original Road House ya debían de haber circulado algunas bebidas espirituosas. Leñe, con lo fácil que habría sido traducirla como Garito de carretera, Bar de carretera, Bareto chungo o algo así. En fin, cosas chuscas de la traducción. Bueno que me lío. El amigo Jeff Healey interpreta a un músico llamado Cody que tiene que tocar en bares de mala muerte en los que los clientes le tiran botellas, vasos y le escupen. Vamos, lo que viene siendo una maravilla de trabajo. Son tan brutos que muchas veces tiene que tocar con una especie de valla metálica delante. De ahí que el dueño del bar tenga que contratar a una especie de guardia de seguridad interpretado por Swayze. Vamos, lo que viene siendo el “duro” de la nefasta traducción. El amigo Healey se encargó de componer la banda sonora de la película y todo además de interpretar a su personaje en la misma. Cuando ví la película me quedé flipado con la música del amigo Jeff y al final terminé haciéndome con uno de sus discos, uno de grandes éxitos de la Jeff Healey Band que es como se llamaba su grupo. Creo que llegué a tener alguna cinta de casette pero la perdí con el cambio de formato. Por desgracia falleció en marzo de 2008 lo que constituyó una gran pérdida para el mundo de la música. Si pueden echarle la oreja alguno de sus discos no lo duden ni un segundo. Y la película puede merecer la pena verla aunque sólo sea por verle tocar la guitarra con su forma peculiar. En aquella época el papel de Healey en De profesión: duro (duro es escribir un título así, la madre que los parió…) me recordó al de otro gran músico en Pat Garrett y Billy el Niño (1973) gran western de Sam Peckinpah protagonizado por Kris Kristofferson y James Coburn. Y no, no me estoy refiriendo al propio Kristofferson, que también se dedicaba a la música, sino al amigo Bob Dylan que al igual que Jeff Healey también se encargó de la banda sonora de la película, un disco que les recomiendo si les van las películas del Oeste. En él podrán encontrar la famosa canción “Knockin’ on Heaven’s Door”. Dylan interpretaba a un tipo que ve a Billy el Niño hacer de las suyas en un poblaco polvoriento del Oeste y decide seguir sus pasos haciéndose llamar “Alias”. Lo curioso es que su personaje es un tipo que no sabe manejar muy bien el revólver pero utiliza el cuchillo que da gusto. Probablemente los fans de Kristofferson como cantante me correrán a gorrazos pero francamente yo no controlo mucho de la carrera de éste señor más allá de haberle visto hacer de padre adoptivo de Blade el cazador de vampiros o protagonizar una serie de televisión ochentera titulada Amérika en la que la Unión Soviética invadía los Estados Unidos que si les digo la verdad me pareció algo plomiza en su época. Para un argumento como ése me quedo mejor con Amanecer rojo de John Milius que fue protagonizada por Patrick Swayze, Lea Thompson, Charlie Sheen y Jennifer Grey. Los fans de Dirty Dancing pueden unirse a los de Kristofferson en mi linchamiento pero para mí la mejor película de Swayze y Grey de los ochenta es Amanecer rojo. Lo siento, cavernícola que es uno. Bueno, cuídense y disfruten todo lo que puedan y les dejen.

TELLY CHAVALAS







viernes, 30 de julio de 2021

El Cajón de Telly Chavalas

JUICIO A UN PIRATA MUSICAL ESPACIOTEMPORAL


–¿Cómo se declara el acusado? Preguntó el Juez con seriedad robótica.

–Inocente.

–¡¡Protesto!! -Gritó el Fiscal, un señor calvo, bajito y con cara mustia, tristona-. Su Señoría, tenemos grabaciones del acusado comprando casetes piratas en la plaza de Manuel Becerra a 300 pesetas la unidad que tenían la carátula fotocopiada en blanco y negro. Las obtuvieron nuestros drones espaciotemporales. También tenemos datos precisos sobre las fechorías cometidas por el acusado, como copiar casetes originales empleando radiocasetes de doble pletina y ya más adelante en la línea temporal se dedicó a utilizar el grabador de un ordenador modelo Skynet 1138-B para copiarse discos que sus amigos le habían prestado.

El Juez, un tipo que vestía un capuchón marrón y con la cara de calavera de un famoso cyborg asesino del cine de los ochenta (el que da miedo, no el de ahora que pone cortinas) observó con detenimiento al Fiscal y luego se giró para mirarme directamente a mí con sus ojos rojizos.

–¿Desea mantener su afirmación de que es inocente?

Ahí ya dudé, la verdad. Es que cuando te mira fijamente un cráneo robótico de metal la verdad es que dudas, pero al final decidí seguir por el camino que había tomado.

–Sí, sigo considerándome inocente. Puede que el Fiscal tenga datos precisos de mis fechorías como pirata musical. Pero me vi obligado a ello Su Señoría, me vi obligado. Me gusta mucho la música. Tanto que a veces no respeto ciertas cosas. En mi descargo diré que muchos de los casetes piratas que compré a 300 pesetas en la plaza de Manuel Becerra luego acabé comprándolos en Compact Disc porque me gustaban, aprovechando alguna que otra oferta, eso sí, pero fueron compras totalmente legales. También tuve que hacerlo cuando se me estropeo ése famoso radiocasete de doble pletina del que habla el Señor Fiscal. Entonces toda mi colección de casetos se fue a la mierda, perdón Señoría, a la basura porque ya no encontraba por ningún lado un reproductor. Cosa que me pasó también con el vídeo VHS, por cierto. Total, que toda mi vida he sido de infantería, Su Señoría, de clase media tirando a baja y siempre he andado corto de dinero. Siendo además adicto a los cómics, no podía hacer según qué gastos y por el precio que me costaba un caseto original podía comprarme dos en las mantas que ponían en Manuel Becerra. De hecho, creo recordar que tenían una oferta como en los supermercados y si te llevabas dos casetos te salía a 500 pesetas. Reconozco que también me copié algún que otro Compact Disc de música que me dejaban mis amigos utilizando un computador de Skynet con grabador de discos. De hecho confieso que incluso teníamos un sistema depurado. Quedaba con el amigo en cuestión en qué disco quería de mi colección, se lo grababa, yo le decía el que quería de la suya, el hacía lo mismo y luego los intercambiábamos. Además nos comportábamos como traficantes con preguntas en voz baja como: “¿has traído el bollullo?”. Así conseguí alguna que otra banda sonora que no me podía permitir comprar a su precio. Lo que me gustaría saber es porqué el Señor Fiscal no quiere meterle el cuerno, perdón Su Señoría, acusar a las compañías que vendían radiocasetes de doble pletina o a las que vendían computadoras con grabadores de discos incorporados. Ah, y he de constatar que nunca, nunca, nunca jamás me he descargado una canción de la red Sknyet…

–¡¡Protesto!! –Gritó indignado el Fiscal- Nuestros drones espaciotemporales saben positivamente que se ha descargado una canción de Frank Sinatra que se incluía en la banda sonora de la película “Joker”. De hecho, dijo mirando unos papeles, creo recordar que también se copió un disco de grandes éxitos de ése cantante.

–Frank es de los nuestros, creo que me lo perdonará allí donde esté…

–¡¡Basta!! –gritó el Juez- voy a proceder a dictar sentencia. No me queda otra que declarara al acusado…

Y ahí me desperté. O me rescató mi banda de amazonas piratas musicales espaciotemporales. O me deslicé sin darme cuenta de un mundo alternativo a otro. Lo que ustedes prefieran. Por cierto, pienso negar todo tipo de acusaciones sobre el particular. No quiero acabar cumpliendo condena en la colonia penal de Rura Penthe. Al Juez se le veía cara de ser un trekkie, seguro que iba a mandarme allí… Y lo dicho, no es por justificarme, pero al final, muchos de los casetos piratas que compré en Manuel Becerra en los ochenta acabé comprándomelos. Por ejemplo el “No Rest for the Wicked” de Ozzy Osborne, así que en el fondo aquél caseto con la carátula fotocopiada en blanco y negro sirvió para que acabara comprándome el disco original. Y dejo aquí la prueba gráfica por si me está grabando algún dron espaciotemporal del Señor Fiscal…

Hasta otra, cuídense.

TELLY CHAVALAS fue atrapado finalmente por los drones espaciotemporales del Señor Fiscal y trasladado de nuevo al futuro donde fue condenado a la colonia penal de Rura Penthe (sí, al final el Juez era un trekkie) donde cumplió nueve meses por piratería musical espaciotemporal. Fue rescatado por unas atractivas guerreras que atacaron la colonia en la fecha estelar 23859.7. En la actualidad vive oculto pero si puede encontrarlo a él y a sus amazonas quizá pueda contratarlos…