jueves, 31 de marzo de 2022

Descubriendo a... La Juke Box del Palais Royal

 La juke box del Palais Royal

Estamos en San Francisco el 23 de noviembre de 1889. El presidente de la Pacific Phonograph Company y su socio piden permiso al dueño del restaurante Palais Royal para hacer una demonstración de un invento nuevo. 

En aquella época, los inventos eran el pan de cada día y cada uno de esos días se daban grandes pasos hacia un futuro que hoy gozamos plenamente y con garantías de satisfacción. Pero este invento era especial. Algo que enclaustraría la música en un mueble. Una idea algo estrafalaria, pero que llegó a cuajar a la perfección. 

Hablamos de un fonógrafo Edison clase M encajado en el hueco de un mueble. Los responsables de esta demostración introducen una moneda de cinco centavos y le dicen al personal que, a partir de ahora, el público podrá elegir la canción que quiera dentro de esta caja. El audio no era para tirar cohetes, pero la demonstración fue todo un éxito.

En ese mismo instante, el dueño del restaurante se les acerca y adquiere el invento, haciendo historia. La juke box del Palais Royal es la primera máquina de discos de un lugar público de la historia. 

Como es lógico, el invento empezó a dar beneficios inmediatamente. En sus primeros seis meses, se recogieron más de mil dólares. 

Esto dio comienzo a una nueva era en la ambientación de lugares públicos en la que la música en directo quedó apartada en algunos locales. Comento todo esto dentro del ámbito empresarial, pero no fue hasta los años cuarenta que la juke box se convirtió en una máquina de ámbito familiar. En ese momento, se le dio el nombre de ‘’ rockola ‘’.

Este inventó evolucionó y tuvo un gran boom durante ‘’ los días felices del Rock and Roll ‘’, con la llegada del disco de cuarenta y cinco revoluciones por minuto. Momento en que se universalizó.

Hoy es un objeto de coleccionismo y me voy a ahorrar las vergonzosas cifras a las que asciende su venta.

Daniel



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