sábado, 15 de octubre de 2022

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA ROCKEROS TORTILLEROS
He usado la música para leer libros o cómics, para andar, para dibujar, para pintar miniaturas, para navegar en Skynet, perdón, Internet, para mover cómics y libros de una estantería a otra con el fin de ganar algo de espacio, para trabajar, para no escuchar gilipolleces de la televisión e incluso para escribir. Sin embargo nunca la había utilizado para cocinar. Claro que hace poco que me dedico a cocinar. El otro día estaba haciendo una tortilla de patatas, con cebolla, aclaro, soy de ése clan. Total que hacer una tortilla de patatas es un trabajo monótono al principio ya que tienes que pelar un par de patatas y luego irlas cortando en trocitos, algo verdaderamente tedioso, se lo aseguro. Total que estaba en tal tarea cuando me dio por pensar, “caray, si pillo el discman, le engancho el altavoz de uno de mis fallecidos radiocasetes y le doy caña a un disco de rock puede que éste trabajo de mierda gris y monótono sea más divertido”. Vale, luego cuando me estoy zampando la tortilla no pienso que sea gris y monótona. Y les juro por Crom que a mí las tortillas, después de practicar durante tres años, me salen de puta madre. A veces incluso les echo chorizo o atún además de cebolla. Y muchos huevos. A la tortilla, como a la vida, hay que echarle muchos huevos. Total que dejé de pelar patatas y me fui como un loco a buscar el discman, el altavoz y un disco con el que distraerme mientras hacía el Arguiñano. Y el primero que pillé fue “Ballbreaker” de AC/DC. Y oigan, cómo mejora el trabajo gris y monótono de pelar patatas. Cosa mala. Luego hay que batir los huevos, cuantos más mejor. Yo suelo echarle cuatro o incluso cinco. Acaban de desmayarse tres chefs y dos jurados de programa televisivo de cocina ahí al fondo. Lo siento, pero así salen más jugositas. Total que el disco es muy bueno para cocinar tortillas españolas, quién lo iba a decir. Además casi podría decirse que estaba predestinado porque “Ballbreaker” podría traducirse como “rompehuevos” y luego tiene una canción titulada “Cover You in Oil” y nada como el aceite de oliva de ése que nos compran los italianos para venderlo luego cambiando el envase a los Corleones del mundo. Vale, puede que la canción no tuviera la cocina sino la cama como inspiración, pero, la verdad, a ciertas edades casi disfruta uno más con una buena tortilla y un vasito de refresco de cola sin cafeína que de otras cosas más venéreas que además cuestan un huevo de conseguir. Luego está la canción de “Burnin’ Alive” que tiene cierta relación con la “fabricación” de una tortilla porque si le das la vuelta sin haber vertido el aceite caliente en una tacita es posible que termines “quemado vivo”. Ésa es la parte más peliaguda de toda la operación pero pillándole el tranquillo no hay problema. Además de retirar el aceite de la sartén hay que elegir una que no pese mucho. En una de las primeras que hice pillé una muy pesada y la tortilla se desparramó por la encimera. Creo que incluso escuché cómo me decía “mátame por favor” y todo cual mutante deforme tipo Kuato. Así que ya saben, si se dedican a cocinar prueben a hacerlo escuchando música rock, heavy o como quieran llamarla. Es otro nivel. Seguro que esto no lo recomiendan en Masterchof. Ah, y otra cosa, donde esté un bocata de tortilla con mayonesa, conocido en algunos bares de atocha como “OVNI” que se quite cualquier hamburguesa anglosajona. Aunque ahora que recuerdo un compañero de la mili se tiró una semana en el hospital con suero por comerse una tortilla de ésas en un bar de Ceuta. Al resto no nos pasó nada pero a él le jodió para vino. Cosas que pasan. Ea, disfruten todo lo que puedan y les dejen los demás.

TELLY CHAVALAS



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