viernes, 5 de mayo de 2023

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA HIJOS DE SATANÁS

Hay ocasiones en las que le pillas tirria a algo por las circunstancias de la vida. Me explicaré. Hace poco se ha celebrado el 50 aniversario de la muerte de Nino Bravo. Una celebración algo macabra si me preguntan, pero acorde con la basura que nos echan por la televisión habitualmente. Total que viendo la noticia me acordé de porqué le tengo tirria a la música de Nino Bravo. Hace muchísimos años yo iba hacia Ceuta en un ferry desde Algeciras para cumplir el servicio militar. Y en los altavoces del ferry sonaba a todo trapo la canción “Libre” del álbum “Mi tierra” de 1972. Me resultó algo chocante que nos pusieran esa canción camino al cuartel para pasar 9 meses de nuestra vida en él, pero resulta que el mismo día que entrábamos los novatos, conocidos en aquél ambiente por el simpático apodo de “chinches” también terminaban su servicio los que pertenecían a un reemplazo anterior así que la canción era para ellos. Solamente que el capullo encargado de poner la música se olvidó de poner otra canción para los que entrábamos. No sé, quizá “Welcome to the Jungle” de Guns N’Roses habría estado bien. Pero era demasiado trabajo, supongo. Y de ahí viene mi tirria por la música de Nino Bravo así que no sabe uno cuando algún hijo de Satanás le va a joder algo porque la verdad es que la música del tristemente fallecido cantante no tiene mala pinta. Pero siempre me acordaré de ése ferry y del cabrón que lo gobernaba. Y hablando de hijos de Satanás vamos con lo que les venía a recomendar ésta semana, Rian Johnson que por lo visto le vendió su alma al Diablo. Ups, perdón, me han patinado algunas neuronas, quería decir ROBERT, Robert Johnson. El Rian no tiene calidad bastante para el ángel caído, con que le tienten desde el Reverso Tenebroso ya le están haciendo un favor. Bueno que me despisto con mis odios personales. Robert Leroy Johnson, nacido en mayo de 1911 y fallecido en agosto de 1938 fue un compositor, cantante y guitarrista conocido como el Rey del Delta Blues. Johnson dejó en herencia 29 canciones, 20 de las cuales vienen en éste CD que compré hace algunos años por un módico precio, como casi todos los de mi colección, rata que es uno. El propio Johnson fue uno de los que fomentaron los rumores de que había vendido su alma al Diablo en un cruce de caminos para convertirse en el mejor Bluesman de la Tierra. A los seguidores y seguidoras de la serie de televisión “Sobrenatural” les sonará lo de saldar tu alma inmortal al ángel caído en un cruce de caminos y tal. También hay varias versiones de la causa de su muerte, desde una botella de whisky envenenada con naftalina hasta la sífilis, una neumonía o varios disparos. Como no se le realizó la autopsia la cosa sigue en entredicho así como su lugar de descanso del que dan tres posibilidades. Además utilizó también 3 nuevas formas de afinar la guitarra y muchos músicos posteriores a él desde Eric Clapton hasta Jimmy Hendrix pasando por los Rolling Stones (otros que también han trapicheado con el maligno, por lo visto) se han inspirado en su trabajo y han realizado versiones de sus temas. Lástima que me falten 9 de sus canciones pero para traer nada menos que 20 de las mismas éste disco no está nada mal y está entre ése tipo de discos de calidad que me gustan y que puedo escuchar en bucle porque no tiene ninguna canción peñazo. Y adecuado por ejemplo para meterse por las córneas algún tebeo de Spiderman de calidad como el segundo tomo de la nueva Biblioteca Marvel a cargo de Stan Lee y Steve Ditko. Sólo los clásicos merecen ya la pena y el dinero que cuestan. Tal y como está ahora el pobre Peter Parker, puteado de mala manera por la editorial y por los que trabajan en ella jorobando personajes queridos por todo el mundo para sustituirlos por copias malas pero eso sí muchísimo más políticamente correctas que sus antecesores. Ante todo quedar bien en el Twitter ése. Lo malo es que quien te da el dinero son los lectores que sueltan la pasta, no los Inquisidores Twitteros que luego no sueltan un euro en nada. Así que ya saben, no se mezclen mucho con los hijos de Satanás. Escuchar algún disco suyo y poco más, que nunca se sabe cuándo va uno a empezar a girar el tarro y vomitar puré de guisantes y cosas de esas. Y no olviden supervitaminarse y mineralizarse.

TELLY CHAVALAS



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