jueves, 8 de agosto de 2024

Descubriendo a... Música: Origen y fundamentos

 No tengo ni idea de cómo voy a titular este artículo, así que iré escribiendo y seguramente al final acabe con un título. 

El oído de los animales, entre los que nos incluyo, ha sido desde tiempos prehistóricos un sistema de defensa que ha garantizado nuestra supervivencia y nuestro contacto con el sonido nos llevó a la creación de las primeras obras musicales. 

Imagino que no nos llevó mucho tiempo determinar qué sonidos eran amistosos, suaves, fuertes, únicos o propios. El caso, y de esto estoy convencido, es que escuchamos un sonido en aquellos e intentamos replicarlo para incorporarlo a la experiencia de vivir. 

Imaginemos el sonido de las ramas de un árbol mecidas por el viento y a un grupo de primitivos intentando replicar ese sonido las veces que hiciese falta hasta conseguirlo. Eso, sin duda, es un punto a favor de nuestra evolución sensorial. 

Ahora llega lo bueno. Mientras golpean rocas, muros y árboles, estos humanos primitivos son poseídos por una secuencia que todavía no comprenden. Algo late dentro de sus pechos que les incita a golpear de forma distinta. Entienden que eso que tienen dentro parece estar vivo, pero de forma independiente a ello. Esta entidad se delata al producir un boom constante que estos humanos incorporan a la velocidad con la que golpean ese boom y así nace el ritmo musical, que más adelante perfeccionarían. 

Apliquemos esto mismo con la voz. Un animal grita y en su afán de comprender e imitar la naturaleza, este grupo al que vamos a llamar ‘’ Los primates ‘’, replican esos gritos, dándose cuenta de que las señoras tienen unos tonos distintos a los de los señores y que, dependiendo de la intensidad, la voz puede cambiar. A partir de ahí siguen la secuencia natural de esos sonidos y, sin saberlo, crean la melodía. Salvando las distancias y haciendo el esfuerzo de entender lo que para ellos significaría eso. 

Más tarde y valiéndose de lo que han experimentado, van añadiendo gente a esto que les suena tan bien. El sonido conjunto crea lo que hoy llamaríamos armonía. 

La música, al contrario que otras artes, se desarrolla en función del tiempo, por eso vamos a entender como ritmo la relación que hay entre la duración y acentuación de los sonidos y la distribución de las notas musicales dentro de ese tiempo. 

Debemos entender que el ritmo es un aspecto fundamental para la música. No hay melodía que exista sin ritmo. Sin embargo, si puede haber ritmo sin melodía, como por ejemplo en las batucadas brasileñas. 

Me gustaría resaltar, para acabar lo que ya se ha convertido en la primera parte de un repaso a la música, que el silencio es otro elemento indispensable ya que certifica el ritmo. Tenemos los sonidos en el orden natural seguidos de una serie de silencios que establecen los ritmos y facilitan la interpretación de los mismos a nuestros primitivos. 

Lo dejo aquí para que esto no sea una lectura insoportable con la promesa de volver sobre este tema y avanzar lo que me sea posible en este asunto que tanto me interesó en mi primera y última juventud. 

Nos vemos la semana que viene para seguir definiendo conceptos, hablar del ruido y las propiedades del sonido. Si me animo, hasta puedo empollarme el tema de las partituras. Ya veremos. 

Daniel



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