jueves, 11 de noviembre de 2021

Descubriendo a... John Williams

John Williams y la música de las estrellas

5 de marzo de 1977. Fecha en la que John Williams tiene que estar en Londres a toda prisa para empezar la grabación de la banda sonora de Star Wars. El hecho de grabar fuera de Estados Unidos suponía mucho para John Williams. Problemas con el presupuesto y coincidencias en el estudio con sesiones de doblaje de los actores principales hicieron que Williams probara suerte en el extranjero.

La banda sonora se grabó en los Estudios Anvil en Denham, uno de los lugares más famosos para grabar música de Londres. Fue allí donde grabó la adaptación de la banda sonora de El violinista en el tejado, que le valió su primer Oscar. La grabación requirió catorce sesiones con la orquesta, cada sesión de tres horas. Esas cuarenta y dos horas de grabación fueron interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Londres en su primera colaboración con John Williams.

Hasta ese momento, Williams no había empleado una orquesta organizada para interpretar su música ya que ninguno de sus trabajos anteriores había coincidido con la necesidad de utilizar una. En su momento, Williams comentó la suerte que tuvo de trabajar con la Sinfónica de Londres, destacando por encima de todo, la sección de viento, que, según él, aportaba algo especial a la película.

George Lucas se pasó por las sesiones de grabación y lo que acabó escuchando le hizo sentir que su proyecto, en el que había trabajado durante cuatro años, por fin tomaba la forma correcta. Hasta llamó a su amigo Steven Spielberg para que escuchara aquella maravilla. Pocos lo sabían en ese momento, pero en los estudios de grabación Anvil se grababan algunos de los temas más famosos de la historia. Todos los que refieren haber presenciado las grabaciones no dan crédito a la improbabilidad estadística de que algo tan mágico como aquello llegase a suceder.

La música de Williams en esta película se define como emocional con leitmotivs operísticos. Según Williams, la música se relaciona con los personajes y con los problemas humanos, aunque estos personajes sean Wookies. Esto te hace entender la naturaleza de estas composiciones. Todos los temas asociados a personajes junto al desarrollo de los mismos en la historia conforman ese arco emocional del que resulta tan difícil zafarse. El tema romántico para la princesa, la marcha heroica para los jedi y todo lo contrario para los villanos son algunos ejemplos que te hacen comprender esto. Hay en todo esto una doble forma de entenderlo, ya que esta banda sonora es tan relevante en pantalla como fuera de ella. Recomiendo al posible lector que la escuche y se deje llevar. Llegado el momento, si cierra los ojos, comprobará que la pantalla sobra y que las imágenes brotan en la imaginación.

Tal es la importancia de este trabajo que el mundo de las bandas sonoras no volvería a ser el mismo. Al igual que la nueva hornada de directores cambiaron la forma de hacer y ver cine, John Williams cambió el panorama musical cinematográfico para siempre, generando su propia legión de imitadores y herederos. Intenciones que quedaron en el intento, ya que ninguno logró acercarse a la sensibilidad y nivel de acierto de Williams.

Hay una gran verdad en la respuesta a esa pregunta de quién es el mejor compositor de cine de todos los tiempos:

John Williams > John Williams > Bernard Herrmann > Jerry Goldsmith > John Williams

Y tal vez penséis que me estoy posicionando.


Daniel



No hay comentarios:

Publicar un comentario