John Williams y la inmortalidad anticipada
Estoy escuchando el ‘’ Across the stars ‘’ de John Williams y pensando qué espíritu estará recogiendo en sus notas. La lógica indica que el de Star Wars, pero hemos llegado a un punto en que siento que este señor empieza a contar mi historia y no tanto la de las películas a las que pone la banda sonora.
Esto es un disparate, soy consciente, pero a estas alturas y habiéndole escuchado cada día durante los últimos veinte años, siento que su música me ha absorbido. Que nos absorbe a todos y pasamos a formar parte de su significado.
Puede que esté otorgando poderes a un hombre que no deja de ser eso, un hombre, pero vivir día a día con la música de Williams ha pasado de ser una actividad a un modo de vivir esa vida.
Nunca se llegará a explicar del todo lo que la obra de este señor significa para el cine y para los que la escuchamos sin descanso. Lo que está claro que es que John Williams se ha ganado una inmortalidad en vida. Ayer fue el nonagésimo primer cumpleaños de Williams y si nos preguntamos qué tal le va la jubilación, nos encontraremos con una verdad que puede llegar a acomplejarnos. A su avanzada edad, Williams sigue trabajando sin descanso.
Creo que su propia música le ha causado el mismo efecto que a nosotros. Llegado a ese punto, no creo que lo considere solo un trabajo. Del mismo modo que muchos de nosotros no lo consideramos solo música.
Solo cabe agradecer la pasión y dedicación depositadas en este empeño de crear un corpus musical que resuena más allá de sus fronteras. Ojalá hubiera una forma de hablar de Williams sintiendo que se le hace justicia. No nos corresponde abarcar a semejante artista. Nos ceñiremos a dar las gracias, a felicitarle y a seguir disfrutando de lo que nos ha dado, de lo que nos da y de lo que nunca nos abandonará.
Como dijo John Miles: ‘’ Music was my first love and It will be my last ‘’.
Daniel
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