MÚSICA PARA NIÑOS-HOMBRES VENADOS
Soy un tipo con venas profundas. A ver, me explico. No quiero decir que me dan venadas y sirocos muy fuertes (que también). Me estoy refiriendo a la anatomía. Desde que estuve en el hospital me he enterado de que mis venas son un poco hijas de fruta y se esconden cuando las van a pinchar. Nos ha jodido, normal, pensarán ustedes. El caso es que las pobres enfermeras siempre que van a sacarme sangre las pasan putas para dar con un filón sangriento del que sacar material. La última vez que fui a hacerme un análisis de sangre me tuvieron que pinchar en la mano después de estar un rato poniéndome la goma en ambos brazos y dándome golpecitos a ver si alguna de las venas salía de la trinchera para recibir el picotazo. Y estuve todo el rato acordándome de una canción de Mark Knopfler titulada “Junkie Doll” más que nada porque en una de sus estrofas dice algo así como “me pinchaste el brazo pero fallaste la vena”. Está en el disco “Sailing to Philadelphia” por si a alguno le interesa. Es una canción cojonuda. ¿Qué querían? ¿Qué me acordara de la canción “El Venao” de Los Cantantes? Quita, quita, esa ya me hinché a oírla durante la mili en el verano de 1996. Además creo que les acusaron de hacerse un Milli Vanilli. Ya saben, de darle al playback. Que no es nada malo, oiga. A mí me gustan las canciones de Boney M.
Volviendo a lo de las venas he acabado lamentando que cazador de vampiros no sea una profesión establecida. Podría haber tenido futuro en ella. ¿Se imaginan al chupasangres de turno intentando dar con la vena? Sería una risión. Así que supongo que tendré que conformarme con ser un friki del montón. Y seguir recibiendo insultos idiotas de gente que no comprende a mi especie cual Magneto cabreado. El último linchamiento a los frikis se ha dado en la Televisión Canaria que no ha tenido otra idea que hacer un reportaje sobre los coleccionistas de figuras de acción para luego tildarlos de “niños-hombre”, desequilibrados y dictaminar que tienen el síndrome de Peter Pan. Yo más bien tengo el síndrome de Peter Pank, gran personaje de cómic creado por Francesc Capdevilla, alias Max, no te jode. Encima la aguerrida reportera tuvo los santos cojones de ir a entrevistar a un coleccionista a su casa. Éste, incauto, le enseñó su enorme colección y le contó lo que le había costado. Con ilusión, como suele hacer un friki pata negra. Y luego le pusieron a caer de un burro en el reportaje. Es una tendencia habitual entre ciertas personas. De hecho ya he escuchado a una de ésas cómicas supuestamente graciosas que luego son incapaces de hacer reír al público proferir chistes sobre su desprecio a los tíos que coleccionan figuras de Star Wars. En fin, no hay nada más atrevido que la ignorancia. A mí me pasó algo parecido con una amiga. Le conté entusiasmado que había utilizado una pecera de mi abuelo para guardar los cómics de Spiderman y que el invento funcionaba a la perfección. Su respuesta fue: “Bueno, pero en algún momento dejarás de comprar tebeos. ¿No?”. Sí, cuando la diñe, supongo. Aunque no descarto salir de la tumba cual zombie hambriento de George Romero para ir a la tienda de cómics a comprar las novedades de la semana. La culpa la tuve yo por salir con una tía que no sabía quién era el Almirante Nelson.
Bueno, seguro que están ustedes esperando que les recomiende uno o dos discos como hago todas las semanas. Lo cierto es que muchas veces tengo miedo de haberlos mencionado anteriormente. Tendré que hacerme una plantilla o algo de los que ya he hablado. Esta semana les traigo un grandes éxitos de Tom Petty y los Heartbreakers (en cristiano, los Rompecorazones). El otro día viendo el final de un capítulo de la serie “Tulsa King” me acordé de ellos, más que nada porque sonó la canción “Learning to Fly” de la que ya creo haberles hablado antes. Pink Floyd tiene otra con el mismo título y ambas son cojonudas. Éste grandes éxitos lo llegué a tener de chaval en casete y si no recuerdo mal me sirvió para leer “El señor de los anillos” por segunda vez. Trae otras grandes canciones del grupo como “Into The Great Wide Open” o “Runnin’ Down a Dream”. El otro disco que les traigo es de Paul Carrack y se titula “Satisfy My Soul”. Es una recomendación a medias. Digamos que con precauciones. Ha habido etapas en las que lo he disfrutado mucho. Y otras en los que me lo pongo y detecto demasiado pasteleo en la letra de las canciones y lo acabo quitando. Ya saben, amoríos, lo buena que es la humanidad, lo bonita que es la vida y mierdas de esas. Supongo que sólo lo disfrutas cuando contraes ése virus. Y como a los frikis no nos dan demasiadas oportunidades para ello (hola Televisión Canaria) pues acaba uno huyendo de esas chorradas instintivamente. Pero vamos que el disco de Paul Carrack trae grandísimas canciones como “Running Out of Time”, “Better Than Nothing”, “Time Passes”, “My Kind”, “Inspire Me” o “Time Passes”. Ah, qué gran disco sería éste si no fuera tan pastelero con las letras. En fin, éste friki niño-hombre aquejado del síndrome de Peter Pank se retira volando hasta otra semana no sin recomendarles como siempre que no olviden supervitaminarse y mineralizarse.
TELLY CHAVALAS
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