Cada vez que la doncella de hierro saca un álbum nuevo es sinónimo de regocijo en el mundillo del heavy metal. Nos es para menos. Diecisiete trabajos a sus espaldas los respaldan y no es para menos. Esta vez la temática japonesa convirtiendo a su mascota Eddie en un samurái atrajo nuestra atención junto con su primer single y videoclip animado a principios de verano.
Doble CD con sus acostumbrados temas largos que hacen un disco de una hora y media de duración nos das títulos tan potentes como “The Writing Of The Wall” o “Time Machine” como las preferidas en mi caso. “Hell On Eath” es también y quizá la más significativa de los 10 temas.
A lo largo de estos veinte años desde que Bruce volvió a la banda Iron Maiden trabajaron su composición al más puro metal progresivo. Temas largos y complejos con unos ritmos más pausados. A decir verdad la formula funciono a las mil maravillas pero creo que en este último álbum se resiente mucho y no funciona del todo. Ningún tema salvo el ultimo y los tres primeros suenan lo bastante bien como para que te apetezca escuchar el disco una y otra vez. Vamos que no vas a flipar y le vas a dar al botón de reproducir de nuevo. En tu cabeza va a oír “muy bien, Maiden!! que hay para comer hoy?”
No quiere decir que el trabajo sea malo ni mucho menos pero verdaderamente esta fórmula se les agoto y personalmente deberían aprovechar para probar otras vías y simplemente volver a su esencia más primitiva. Que tampoco pasa nada por repetirse si eres el mejor en lo que haces, si no fíjate en AC/DC su fórmula funciona y tampoco se comen la cabeza en cuanto a cómo realizaran su próximo trabajo.
En definitiva, otro álbum para los incombustibles británicos que dejan en mi un regreso un poco a medio gas pero que no me quitan ni mucho menos las ganas de volver a verlos y quien sabe, volver a escuchar otro trabajo de ellos.
Alex El Cimmerio
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