Ya hablé de los sonidos del futuro con Isao Tomita. El descubrimiento y la experimentación con sintetizadores permitió conseguir sonoridades muy flotantes, creando atmosferas muy concretas. La sublimación de todo esto la encontramos en la banda sonora de Blade Runner. Una obra que lleva cuarenta años fascinando.
Evangelos O. Papathanassiou o, simplemente, Vangelis fue el encargado de crear la atmosfera musical de Blade Runner. A temprana edad y en cuanto tuvo en sus manos un teclado, decidió que no le interesaban las consideraciones teóricas de la música y decidió ser autodidacta, lo que le permitió ser un virtuoso que no sabía leer una partitura. Tras dejar su Grecia natal debido a la dictadura que el ejército impuso, emigró a Paris, donde fundaría el grupo Aphrodite´s child cuyo cantante principal era Demis Roussos. Tal es la influencia previa de Blade Runner en Vangelis, que el primer gran éxito de Aphrodite´s child se tituló ‘’ Rain and tears ‘’, el cual podemos relacionar fácilmente con el tema ‘’ Tears and rain ‘’ de la banda sonora de Blade Runner.
A mediados de los setenta, Vangelis abandona Aphrodite´s child y emprende una carrera en solitario como compositor de bandas sonoras en cine y televisión. Su andadura le llevó a Londres, donde construiría los estudios Nemo que serían su bastión personal en el que se atrincheró para componer muchas de sus obras más destacadas, incluida Blade Runner.
Tras muchas negativas, Vangelis cedió ante Ridley Scott y vio un montaje preliminar de la película. Los testimonios cuentan que quedó asombrado ante la belleza de lo que vio, pero siguió en sus trece y volvió a dar largas. Siempre se le ha definido como un artista muy conservador que se toma con extrema seriedad todo lo que hace. Una vez se familiarizó con todo el proceso de creación de la película, accedió a componer la banda sonora.
Es fácil imaginar que la colaboración con Vangelis no fue un camino de rosas. La implicación del compositor con su obra le llevaba no solo a componer, sino a encargarse de los arreglos y todos los entresijos de la producción, además de interpretar él mismo su trabajo. Un precio a pagar por la autoría y un trabajo con personalidad. En el cine, el tiempo es dinero y no hace falta ser muy avispado para reconocer la penosa situación por la que pasaba la producción. Que Vangelis compusiera a su modo suponía contar con otro retraso. Todo esto se explica debidamente en el documental ‘’ Días peligrosos’’ que está incluido en los extras de la película.
Vangelis definió el tono de su composición como ‘’ nostalgia futurista ‘’, un concepto que puede resultar muy fácil de comprender y apreciar. Todo esto resultó de una etapa de experimentación por la que pasaba Vangelis. Según sus colaboradores, el estudio estaba repleto de instrumentos de percusión, campanas y gongs. Si se conoce la obra de Vangelis, se puede apreciar la progresiva complejidad en sus composiciones y en los instrumentos que incluye en las mismas.
Una polémica rodeó la publicación de esta obra. Pasarían doce años desde el estreno de la película hasta que Vangelis publicara la banda sonora en 1994. Las malas lenguas apuntan a un enfado de Vangelis por los constantes cambios en la producción que, inevitablemente, suponían cambios en la banda sonora. Otros afirman que Vangelis es un profesional de pies a cabeza y que comprendía que el negocio es así y que los cambios son una constante en la producción cinematográfica.
Daniel
Tras muchas negativas, Vangelis cedió ante Ridley Scott y vio un montaje preliminar de la película. Los testimonios cuentan que quedó asombrado ante la belleza de lo que vio, pero siguió en sus trece y volvió a dar largas. Siempre se le ha definido como un artista muy conservador que se toma con extrema seriedad todo lo que hace. Una vez se familiarizó con todo el proceso de creación de la película, accedió a componer la banda sonora.
Es fácil imaginar que la colaboración con Vangelis no fue un camino de rosas. La implicación del compositor con su obra le llevaba no solo a componer, sino a encargarse de los arreglos y todos los entresijos de la producción, además de interpretar él mismo su trabajo. Un precio a pagar por la autoría y un trabajo con personalidad. En el cine, el tiempo es dinero y no hace falta ser muy avispado para reconocer la penosa situación por la que pasaba la producción. Que Vangelis compusiera a su modo suponía contar con otro retraso. Todo esto se explica debidamente en el documental ‘’ Días peligrosos’’ que está incluido en los extras de la película.
Vangelis definió el tono de su composición como ‘’ nostalgia futurista ‘’, un concepto que puede resultar muy fácil de comprender y apreciar. Todo esto resultó de una etapa de experimentación por la que pasaba Vangelis. Según sus colaboradores, el estudio estaba repleto de instrumentos de percusión, campanas y gongs. Si se conoce la obra de Vangelis, se puede apreciar la progresiva complejidad en sus composiciones y en los instrumentos que incluye en las mismas.
Una polémica rodeó la publicación de esta obra. Pasarían doce años desde el estreno de la película hasta que Vangelis publicara la banda sonora en 1994. Las malas lenguas apuntan a un enfado de Vangelis por los constantes cambios en la producción que, inevitablemente, suponían cambios en la banda sonora. Otros afirman que Vangelis es un profesional de pies a cabeza y que comprendía que el negocio es así y que los cambios son una constante en la producción cinematográfica.
Daniel
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