Un día estaba viendo un documental sobre Queen y en una parte en la que estaban hablando sobre los vídeos de la banda y la cadena MTV uno de los miembros de la banda, creo que el batería, se quejaba de que la emisora les había censurado el vídeoclip de la canción “I Want to Break Free” en la que aparecían vestidos de mujer, una idea, por cierto que no partió de Freddie Mercury y al que no le hizo ni pizca de gracia. Total que el tipo se quejaba amargamente de que estaban todo el día poniendo vídeos de Whitesnake y no quería poner el suyo que no era sino una broma británica algo gamberra que los americanos no habían comprendido. Me hizo gracia lo de arremeter contra el grupo Whitesnake cuyos vídeos eran una auténtica sensación en aquella época. De hecho recuerdo que un amigo me dejó una cinta de vídeo beta con algunos de ellos grabados. También me recordó la actitud negativa de dos colegas de clase, fans de Morrisey y los Smiths y de aquellas espantosas camisas de flores que se llevaban en los ochenta cuando intentamos poner algo de rock en el autocar durante una excursión. “Ya están otra vez los 'jevosos' con la música de mierda ésa” exclamaron con indignación. Angelitos fanáticos. Nadie les dijo nunca que sus camisas parecían fabricadas haciendo vomitar a seis cabras borrachas de vodka y emporradas hasta lo alto de los cuernos. De hecho en nuestro grupo había algunos de los “jevosos” que también escuchaban a Morrisey lo que no les impedía disfrutar de otros grupos como Whitesnake, Manowar, Ozzy Osbourne o lo que se terciara. Vamos que no éramos tan fanáticos como ellos y si la música nos gustaba nos daba igual de dónde viniera. En cualquier caso ahí les dejo un par de discos de Whitesnake muy recomendables “Slide It In” y “Ready an’ Willing” así como un recopilatorio de temas de la banda aparecido en 2003 y en el que se recogen en dos discos los 36 temas más emblemáticos de la misma desde 1978. Quizá no sean lo que los expertos consideran lo mejor del grupo o los más vendidos pero son los que más me gustan a mí. En la música siempre ha habido enfrentamientos entre unos grupos y otros pero es una actitud que deberíamos ir olvidando. Al fin y al cabo no estamos hablando de fútbol y que me guste un tipo de música concreto no quiere decir que tenga que odiar a los vecinos de enfrente y aunque las camisas de cabras, perdón, de flores te parezcan un horror surgido del círculo más bajuno del infierno pues hay que ser educado para no ir diciéndoselo a la gente a la cara, caramba. Así que no hagan caso de los fanáticos y disfruten de Whitesnake, y de sus vídeos, ¡qué leñes!. Ea, disfruten todo lo que puedan y les dejen los demás.
TELLY CHAVALAS
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