En mi afán por darle a esto un toque personal, creo que he dado con algo interesante. Que cada uno recuerde aquellos momentos destacados de su vida que estuvieron acompañados con música o en los que la música jugó un papel crucial. Vuestro primer beso, el momento en que pasasteis la selectividad o los largos viajes por carretera tragándoos los gustos musicales de vuestros padres.
Cada uno tendrá su momento y animaría a cualquiera que lea este articulo a que se aferre con fuerza a ese recuerdo por un momento y tal vez descubra que es más agradable de lo que parece. Para mí lo ha sido y he dado con un método para diferenciar momentos y música en el tiempo. Voy a hacer un recorrido por el tapiz de mi memoria a través de las cuatro estaciones del año, relacionando sucesos y música.
Primavera (Sociedad)
Como los osos, tengo un periodo de hibernación en el que trabajo y llevo a cabo mi vida en casa. Nada raro, es que tengo de todo y me sé hacer de todo. Pero como todo buen oso, hay un momento de saludar la luz. Para mí es la primavera. Eso supone planes al aire libre y toda una sucesión de situaciones que tan indeseables me resultan el 80% del tiempo. En esta estación del año, hago uso de unos maravillosos altavoces bluetooth que llevo conmigo allá donde voy. Si hay un ambiente decaído, un emisor de música a cinco metros es lo ideal. A lo largo de esta época comparto mis gustos musicales con los amigos y ellos conmigo a través de estos maravillosos inventos y no ha sido poca la música que me he llevado de vuelta a casa tras una de estas quedadas.
Recuerdo que un amigo puso una vez una canción que escuchó en un anuncio de televisión. Era una canción muy peculiar que estallaba en un alarde de talento y un rollo del que a día de hoy no me he desprendido. La canción era ‘’ Child in time ‘’ y el grupo los gloriosos Deep Purple. Me la apunté y al llegar a casa di gracias al cielo por contar con algo tan milagroso como Spotify. En cuestión de una semana escuché toda la discografía de Deep Purple y el amor que le di ha sido correspondido y mientras tecleo estoy escuchando esta misma canción. Dadle todo el cariño que se merece Ian Gillan y al enorme talento que ha ido demostrando todos estos años. Son unos imprescindibles los Deep Purple.
Verano (Cueva)
En esta estación del año debo añadir mayo porque el calor es algo que empieza a picar pronto y uno aprende a interpretar las señales. Es el momento de ejercer el vicio en soledad y cultivar el desdén por los demás. Echo las cortinas para privarme de la luz, me preparo un descafeinado de sobre y me pongo a descubrir.
Como esto puede alargarse mucho, ya que es mi dedicación habitual con la música, no generalizaré y me centraré en una de las mayores alegrías que he experimentado rebuscando en las despensas de Spotify. Llega la pandemia y pasamos cien días metidos en casa. Estos cien días se empiezan a contar desde el 15 de marzo al 21 de junio y al terminar toda esa situación, queda en mí un sentimiento de recogimiento y decido pasar el verano de la misma forma. El horno seguía sin estar para bollos, así que la decisión no fue difícil de tomar.
Llega el verano, terminan las clases y estoy libre para emprender por mi cuenta tanto laboral como personalmente y mis pasos me llevaron a redescubrir a Elton John, un artista que tenía localizado y con una lista en Spotify para lo que pudiera surgir. Lo que surgió es que se me escapó por completo la riqueza de su discografía, pero esta es una conclusión a la que solo se llega sin uno llega a esa discografía. Dediqué un parte del verano a redescubrir y celebrar la obra de este señor y fue una de las grandes experiencias de esta estación.
Debo añadir también un recuerdo de la infancia porque tengo a un grupo que para mí es sinónimo de verano. Hablo de Modern Talking, uno de los grupos a los que mi madre escuchaba en el coche durante los viajes. Esto es puramente subjetivo, pero a día de hoy sigo escuchando el ‘’ Space Mix 98’ ‘’ y sigo viendo las carreteras de Jaén deformarse en las cercanías por el calor. Por algún curioso motivo, la mezcla de aire acondicionado, polo flashes y estos mendas marcaron lo que entiendo por un verano en carretera. Sigo luchando con el concepto de paternidad, pero si eso llegara a pasar, intentar traspasar esto en forma de tradición a la próxima generación sería una de mis ambiciones como padre.
Otoño ( teclazos )
Para mí el otoño es sinónimo de trabajo intenso. La llegada de la época lectiva arrastra consigo una promesa de dedicación que cada año redescubro con ojos nuevos. Una parte importante de lo que hago es corregir redacciones. Corrijo tanto como puedo y cada vez me cargo más para asegurarme de que cualquier prueba escrita esté lo más próxima al éxito posible. Una forma de afrontar las largas horas sentado frente al ordenador es tener a mano una buena lista de reproducción que me ayude a con micro estallidos de entusiasmo cuando la cosa empieza a decaer. La concentración y el buen ritmo son base para garantizar una buena sesión de trabajo y escuchar buena música es esencial.
Uno de los que no faltan nunca es Rainbow, un grupo que no ha conocido canción mala ni momento que no hayan mejorado. Aquí llega la recomendación a todo el que lea esto de que escuche TODO lo que pueda encontrar de Rainbow, lo que no va a costarle a nadie una obligación con el sudor porque ya sabemos dónde está todo.
Rainbow, Deep Purple, Boston, Mike Oldfield, Joan Jett, Carly Simon, Patti Smith, Debborah Harry, Bonnie Tyler y me daría cosa seguir por miedo a no acabar, pero ya os hacéis una idea.
Invierno (maldita navidad)
Esta última parte viene con una confesión: me gusta la música navideña. Y no hablo de los putos villancicos, a los que dedico la peor de mis caras. No, hablo de los clásicos americanos de siempre. Frank Sinatra, Bing Crosby y Dean Martin cantando borracho el ‘’ Let it snow, Let it snow ‘’. Gracias, McClane.
No tengo espíritu navideño y no sabría por dónde empezar a buscarlo, si es que alguna vez lo tuve y lo perdí, pero disfruto de lo que aportan al ambiente estas canciones las últimas dos semanas de diciembre. Como he dicho más arriba, el recogimiento es importante, se esté hibernando o no.
Esto dejaría una sucesión de sensaciones y vivencias para cada estación del año. Cositas con las que uno convive y que gusta compartir machando las teclas, por supuesto, con música.
Daniel
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