MÚSICA PARA CHAPUZONES EN EL CALDERO DE SATÁN
El otro día mientras desayunaba estaba cambiando de canal en la televisión más que nada para huir de la política de la que estoy ya hasta las narices. A los políticos se les ha caído la careta durante la pandemia y por mucho que digan que son la abuelita ya sabemos que son el lobo y quieren devorarnos. Total que saltando de una tertulia política a otra me topé con una de esas películas de terror con las que nos bombardean las cadenas poco antes del Día de Todos los Santos festividad celebrada por los anglosajones en la noche anterior con el nombre de Halloween y que la pereza de los profesores de antaño ha conseguido inculcar también a varias generaciones de católicos que sospecho se están rifando un chapuzón en el caldero de Satán al celebrarla. Así que de pronto estoy viendo una película en la que Dave Grohl de los Foo Fighters discute con el resto del grupo a cuenta del nuevo álbum que están preparando en una casa con antecedentes, digamos, algo siniestros. La película se titula “Studio 666” y es una gamberrada de marca mayor en la que el gran director John Carpenter hace una breve aparición. Carpenter también se ocupó de la música de la película junto a su hijo. Fue dirigida por B.J. McDonnell y protagonizada por los propios Foo Fighters haciendo de sí mismos. Personalmente con el que más me reí fue con Pat Smear y aunque la película está calificada como comedia tiene sus escenas de muertes sangrientas y su trasfondo terrorífico algo inspirado en “Evil Dead”. A los fans de Wednesday Addams les interesará saber que también participa en la película Jenna Ortega interpretando a una batería de otro grupo. Tanto si son fans de la banda (aunque éstos ya habrán visto la película varias veces) como si simplemente les gusta la música rock y el cine de terror podría serles interesante echarle un ojo a la película. Yo me lo pasé muy bien. Mejor que con los políticos. Y lo suyo ahora sería presentarles algún disco de los “Foo Fighters” pero como eso ya lo he hecho antes voy a seguir con Iron Maiden que es lo que he estado escuchando durante ésta semana. Tenía 3 o 4 discos de la banda que había escuchado poco así que he decidido sacarlos de la estantería para ir echándoles un vistazo. Bueno, mejor dicho un orejazo. Normalmente me rechinan los discos de Iron Maiden sin Bruce Dickinson. Que me perdonen los otros vocalistas pero es una manía que tengo, como con Rainbow y Ronnie James Dio. Sin embargo con éste disco de Iron Maiden titulado “Virtual XI” tengo que comerme mis palabras y mis manías. Pero no importa, a mí me gusta casi cualquier cosa para comer, incluso las espinacas, así que mis palabras tampoco van a ser un problema. Ventajas de ser gordo tragón que se está cavando la tumba con los dientes. Total que éste disco resulta que está mucho mejor de lo que yo pensaba. Tonto de mí por tenerlo ahí en la estantería pillando polvo sin ponerlo más. Además tengo que agradecerle que animara el otro día una sesión de tender ropa, uno de los peñazos más grandes de las tareas de la casa junto con pelar patatas para hacer una tortilla de ídem. A mi madre le gustaba tender, pero a mí me parece un tostón, la verdad. Así que el otro día me llevé el reproductor de CD a la terraza y disfruté de éste disco mientras tendía. Y me vino bien que algunas canciones como “The Clansman” duraran 9 minutos. También destacaría otras muy buenas como “The Educated Fool”, “When Worlds Collide”, “Lighting Strikes Twice” o la magnífica “Cómo estáis amigos”. No me he equivocado, ésta última tenía su título en español. Tengo que probar a escuchar éste disco mientras leo algo de Batman o de Warhammer 40.000 porque tiene pinta de que encaja muy bien con dichos temas. Así que ya saben, no olviden supervitaminarse, mineralizarse y tener cuidado con los libros de conjuros que beben sangre y sobre todo con los políticos.
TELLY CHAVALAS
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