MÚSICA PARA VIEJOS MUTANTES CAVERNÍCOLAS
Uno de los discos de vinilo de la colección de mi hermano de la que ya les he hablado era el “Soul Kiss” de Olivia Newton-John. Yo recordaba haberlo usado en una de mis incursiones en su habitación para leerme la miniserie “Legends” y unos cómics de Superman de John Byrne en el que el kriptoniano acababa “de vacaciones” en Apokolips, ya saben el planeta de Darkseid. ¿No les suena? Sí hombre, el malo de la versión de Zack Snyder de “La liga de la justicia”. La buena, vamos, la de cuatro horas. ¿Nada? Bueno háganme caso, es un tío muy chungo creado por el gran Jack Kirby. Algún que otro guionista ha descrito el planeta Apokolips como una taza de váter en llamas. Así que cuando me encontré el disco de ésta buena mujer en versión CD de oferta me hice con él a la vuelta de los años. Y claro como soy un animalillo de costumbres me dije: “Ea, voy a pillarme las 'Legends' y los tres cómics de Superman en Apokolips como cuando era chavaluco”. Craso error amigas y amigos. Mi cerebro había mutado al estar expuesto a unas cintas de vídeo VHS con capítulos de "Star Trek" en inglés a pelo que me compré en una tienda de cuyo nombre no quiero acordarme. Y no quiero acordarme porque el dependiente era un moñas y un capullo así que ahora se queda sin publicidad gratuita. Total que como les decía mi cerebro había mutado y ahora entendía frases en inglés. Y claro, cuando me puse el disco y abrí las “Legends” de pronto empezaron a entrar en mi cerebro las historias que la Newton-John cuenta en el disco. Y me despisté cosa mala. Ni Darkseid, ni Apokolips, ni Brimstone destrozando una ciudad, ni Escuadrón Suicida ni nada de nada. Estaba más pendiente de lo que contaba la Newton-John en sus canciones. En una era una periodista que iba a reflotar una revista (“Queen of the Publication”), en otra era una taxista que disfrutaba escuchando música en la radio mientras trabajaba de noche (“Driving Music”). Y la más chusca. Hay una canción titulada “Emotional Tangle” en la que le pregunta a su novio por qué no pueden vivir juntos ellos dos y un nuevo tipo al que ha conocido hace poco y con el que se ha liado. Supongo que el novio le contestaría que le daba miedo darse la vuelta en la cama una noche y meterle un viaje sin querer con los nuevos cuernos que le había regalado. Vale, esto último es una invención cavernícola mía. Total que yo ahí, intentando reproducir una experiencia de lectura de cuando era chaval y ahora mi puto cerebro mutante me traducía lo que decía la buena de Olivia. Tenía narices la cosa, la verdad porque encima se le entendía todo. A ver, que el disco está muy bien, de hecho se lo recomiendo, pero ya no era lo mismo. Y a mí como viejo cavernícola no me gustan nada los cambios. Ni las historias románticas, la verdad. Supongo que es una cuestión de gustos adquiridos y yo nunca he transitado por ésos caminos de Dios. O del Diablo, vaya usted a saber. Además son todas iguales, tipo conoce tipa, se lían, disfrutan durante un tiempo de la relación y luego algo o alguien (normalmente una expareja, un trabajo en otro país, un familiar o una amigo/a particularmente maligno/a) acaban poniendo en peligro la relación. Sin embargo ésta sobrevive finalmente porque uno de los dos, dependiendo del gusto del consumidor, corre heroicamente hacia algún aeropuerto, estación de tren o cualquier otro nudo de comunicaciones humano para recuperar su amor. Fin. ¿Y los alienígenas? ¿Y los robots gigantes? ¿No hay dinosaurios, monstruos, bárbaros ni naves espaciales? ¿Ni siquiera hay un váter en llamas? Y ahí es donde mi cerebro cortocircuita y la cosa deja de interesarme. Así que vale, reconozco que es problema mío por ser un cavernícola avejentado. Puede que en el futuro me gusten éste tipo de historias y me hinche a leer novelas de Corín Tellado. Pero vamos, que a día de hoy ya les digo que nada de nada. No lo veo. Mi cerebro mutante no se activa con ésas historias. Y menos mal, ya tengo bastantes vicios como para añadir alguno más. Mi pobre cartera llena de telarañas no lo soportaría y tendría que suicidarse. En fin, intentaré apagar el cerebro mutante la próxima vez que me ponga el disco e intente leerme de nuevo las “Legends”. Pero creo que voy a probar a cambiar la historia y quizá me ponga el “Straight Between the Eyes” de Rainbow. Por lo menos ésos no me hablan de historias de cuernos, tríos raros ni zarandajas de ésas. Pero vamos, siendo un cómic de DC seguramente acabaré usando la Electric Light Orchestra que para eso está. Ea, hasta otra, disfruten todo lo que puedan y sobre todo cuídense.
TELLY CHAVALAS
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