Muchos actores han decidido emprender una carrera paralela con la música. A veces sale bien y otras no tanto. Siempre hay un riesgo a la hora de compaginar talentos. Personalmente pongo por delante nombres como Jared Leto, Juliette Lewis o Kris Kristofferson, y en este último no sé si vino antes el huevo o la gallina.
El caso es que cuando un actor se lanza a este mundillo, llama la atención, como pasó con Jeff Bridges en el momento de ‘’ Corazón rebelde ‘’. No estaba mal, por cierto. Pero vamos a hablar de Bruce Willis.
Bruce no pasa por su mejor momento y es fácil que las malas situaciones nos hagan mirar atrás para rememorar lo que las personas fueron en sus buenos momentos. No es que hablemos de una carrera meteórica o especialmente dedicada, pero llegó a tener cierto predicamento y actuó no pocas veces en directo. Había una intención más allá de la evidente explotación de su imagen.
No diré que cante bien ni que sea una fuerza a tener en cuenta en el escenario, pero tampoco me lo quito como caspa en la camisa.
Willis publicó su primer álbum, ‘’ The return of Bruno ‘’, en 1987. Contra todo pronóstico, fue un gran éxito y se posicionó en el puesto 14 del billboard de su año. En ese álbum cantaba canciones de Otis Redding, de los Tempations y alguna canción original.
En España tenemos una importante desventaja a la hora de tratar a Bruce Willis fuera del cine y es Ramón Langa, su actor de doblaje, que hizo una traducción perfecta de lo que aquí entendemos como voz varonil. Pero, como todos los buenos doblajes, esa traducción es en términos de equivalencia y no de literalidad.
La voz de Bruce Willis es lo que allí consideran masculino. Una voz nasal, más bien aguda y tirando a rota. Ahora reconozco que queda mejor en las canciones que en cine. Tal vez sea por la mala costumbre de escucharle con la voz de Ramón Langa.
En su siguiente álbum "If It Don't Kill You, It Just Makes You Stronger" de 1989, se atrevió con géneros como el soul y el blues. Este álbum no tuvo tanto éxito, aunque formó parte del billboard. Personalmente me gusta, especialmente su versión del ‘’ save the last dance for me ‘’, una canción que tocaron por primera vez los Drifters con su segunda formación, que incluía a B.B. King. Bruce Willis no es B.B. King, pero os aseguro que no está nada mal. Juega muy bien con los tonos y hace propia esta versión.
En 1999 lanzó su último álbum, "Classic Bruce Willis: The Universal Masters Collection", en el que recopiló éxitos de sus dos álbumes y agregó nuevas canciones. A partir de ahí, la carrera musical de Bruce Willis se limitó a los escenarios. Escenarios que imaginó habrá abandonado hace tiempo, incluso antes de su enfermedad.
Ahora todo ha llegado a un amargo final y solo queda desearle a Bruce Willis la mejor calidad de vida posible, rodeado de su familia y amigos. Siento que se le debe agradecer de alguna manera las horas de entretenimiento y si siento que debo, quiero hacerlo.
Daniel
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