Ayer vi Interestelar de nuevo y he creído oportuno escribir sobre su música. No peco de original en la propuesta, pero es difícil pasar por alto la belleza que aporta a la experiencia.
La banda sonora de Interestelar está compuesta por Hans Zimmer y ha sido objeto de grandiosas aclamaciones a lo largo de los años. El álbum cuenta con algo más de una hora de música a través de sus diecisiete pistas. Treinta si hablamos de la versión extendida.
Zimmer usa una combinación de instrumentos tradicionales y sintetizadores electrónicos que recoge el espíriru del tema de la película: la exploración espacial y la supervivencia de la humanidad. La música es una parte indispensable de la película, ya que proporciona una sensación de tensión y suspenso en los momentos de mayor efervescencia. También está compuesta para resaltar la sensación de maravilla ante la inmensidad y la belleza del espacio. Belleza y horror serán conceptos que irán de la mano en esta composición.
Empezamos con “Dreaming of the Crash", que nos va presentando uno de los late motivs de la película y nos va acostumbrando a las atmosferas que irá creando. El tema empieza con un piano al que se van sumando los sonidos de sintetizador, lo que crea cierto misterio en la atmosfera tan gris que estamos viendo. El tema va de menos a más y va creando cierta sensación de anticipación de cara a ese misterio que he comentado antes.
Cornfield Chase", es una de los temas de más intensidad de la película. Le he dado una vuelta a este tema y lo relaciono con el sentido de la maravilla, pero en La Tierra. Suena en el momento en que la familia Cooper persigue al drone indio que ha perdido el rumbo en los campos de maíz. Es frenética, pero de un modo más agradable del que nos tiene acostumbrados Zimmer. Se nota con qué reemplaza sus queridas percusiones.
"Day One" puede ser el tema más importante de la película. Engloba esa conclusión final a la que llega el espectador al final de la película. De hecho, Zimmer puso entre paréntesis ‘’ Interestelar theme). De formas muy distintas, no paramos de escucharlo a lo largo de toda la película. Es la base para el ‘’ organ variation ‘’ que Zimmer se reservaría para el final del álbum. Este tema suena en el momento de mayor emoción de la película, cuando Cooper está viendo los 23 años de mensajes que se ha perdido debido al desfase temporal en el planeta de Miller.
Pasamos a "Stay’’, que se puede considerar el tema paterno filial que tampoco deja sonar en toda la película, pero que tiene su momento de esplendor en la despedida frustrada de Cooper y Murph y en el momento en que la Murph adulta abre de nuevo el cuaderno para ver la palaba ‘’ STAY ‘’ y saber que era su padre el que movía los libros.
Toda la banda sonora es certera a la hora de capturar los momentos y las emociones reflejadas en pantalla, pero puede que esta se lleve la palma. Empieza de forma muy suave para meternos en esa escena tan íntima que tienen con los relojes. La situación es desesperada, ya que Cooper tiene que irse de forma indefinida y despedirse correctamente de su hija es fundamental para que el peso que lleve consigo no sea en malas condiciones. Entendemos ambos puntos de vista y la música nos lo narra a su propia manera. Defiendo que puede experimentarse de nuevo esta película a través de la banda sonora. No es de esas que no pueden sobrevivir sin la imagen. Ni mucho menos.
Al final, el personaje acepta su destino y, valiéndose con todo el dolor de su corazón de la tercera ley de Newton, deja algo atrás. A alguien. A su hija. En ese momento entran las cuerdas y el órgano prepara su estallido. Si la cosa va bien y estamos concernidos por lo que pasa, tendremos un par de lagrimones a punto de caer por su propio peso. Maldita gravedad.
Una vez hablé del tema ‘’ A place among the stars ‘’ y ahora resulta más relevante que nunca recuperarlo.
Para mí es un tema terrorífico. Me he encontrado con gente que difiere, y entiendo por qué, pero yo hablo de una experiencia extra cinematográfica. Si escucháis este tema sin las imágenes de la película, notareis cierta tensión y cómo la atmósfera se hace más pesada. Al final es algo muy personal, pero si tuviera que decidir sobre qué me sugiere, diría que narra la llegada de una criatura lovecraftniana a la tierra. Nada de amenaza directa, solo su presencia con nuestro planeta de fondo. Como si nadie debiera saber que está ahí fuera, pero lo está. Esa sensación de que algo se mueve en ese lugar más negro que la misma oscuridad. Os invito a escucharlo de madrugada mientras camináis y miráis arriba.
"Mountains" es otro de los temas memorables de esta banda sonora, ya que es el primer contacto con la acción que nos presentará la película. En el momento en que el equipo está en el planeta de Miller y confunden las olas con montañas. Ese momento en que se cuentan todos los momentos y el tema añade un tic tac que acaba en un rugido de órgano que nos presenta el peligro físico e inmediato.
Por último, y antes de que el texto me quede largo, hablaré del tema ‘’ Coward ‘’. Lo estoy escuchando mientras escribo, lo que debería darme legitimidad para hablar.
Tenemos otro tema de urgencia en el que el tic tac se convierte en un toc toc. Casi como una llamada de atención por la urgencia de la situación en la que nos encontramos. Es el momento de la traición del Doctor Mann y la película entra en su punto álgido de acción. Nolan hace de esto una serie de secuencias unidas a través de las dos tramas principales de la película y una de ellas se precipitará directamente al desenlace.
Junto con ‘’ Detach ‘’, es uno de los temas más frenéticos donde se justificó el uso de aquel órgano de iglesia que Zimmer se sacó de la manga y que tanta personalidad acabó dándole a la película.
Al final todo es personalidad y fuerza en esta película. No se puede contar una historia de estas proporciones sin la pretensión de que la música sea más grande que la vida o que trascienda la propia película.
Esto me ha servido para recordar sensaciones y poner algunos pensamientos en orden. Espero que a vosotros os sirva para recuperar esta banda sonora y esta película. Que nunca está de más.
Daniel
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