Conocí a Harry Belafonte, como tantos otros de mi generación, con ‘’Bitelchús’’. En la película se cantaba su canción de ‘’ Banana Boat ‘’ que tan resonante fue para nosotros.
Tirando de la manta, descubrí que Belafonte era un gran cantante, actor y un activista de primer nivel. De hecho, le mencioné en mi anterior artículo, en el que hablaba de USA For Africa, del que Belafonte fue el principal valedor. Aparte de su faceta musical, ha contribuido a la causa social de los negros en Estados Unidos en tiempos menos tolerantes. Todo esto ha hecho de Harry Belafonte una de las principales figuras del panorama público del siglo pasado.
La vida de Harry Belafonte no se aleja de lo que ya conocemos. Una infancia sin medios, padres divorciados y una educación en casa. A una temprana edad, empezó a mostrar interés por la música y llegó a actuar en actos del colegio y en los coros de la iglesia. Nació en 1927, lo cual le hacía de él carne de cañón para la Segunda Guerra Mundial, a la que fue como oficial de la marina.
Tras servir en la marina, se propuso una carrera artística, lo que le llevó al teatro. Al principio, trabajando como conserje en el American Negro theater de Harlem, pero no tardaría mucho en conseguir su primer papel, "John Murray Anderson's Almanac", por el que se dio conocer y le valió un contrato con la RCA Records en 1953. Tres años más tardes sorprendería al mundo con el que puede que se su álbum más conocido ‘’ Calypso ‘’, en el que podemo escuchar su famosa ‘’ The banana boat song ‘’. Su éxito le convirtió en una estrella internacional. Estoy escuchando este álbum mientras escribo esto y creedme cuando os digo que no me extraña nada su éxito en aquella época.
La carrera de Belafonte fue variada, abarcando géneros como el pop, jazz, folk o blues. Aparte de su carrera musical, emprendió una carrera en el cine que le llevó a aparecer en varias películas. Incluso tuvo su propio programa de televisión. No se rompieron la cabeza pensando y se llamó "The Harry Belafonte Show".
Como ya he mencionado al principio, Harry Belafonte tiene un lado benéfico innegable. Compagino su carrera con sus iniciativas activistas. Fue un amigo muy querido del reverendo Martin Luther King Jr. y tuvo un papel esencial en la marcha de Washington de 1963 que reivindicaba el derecho al trabajo y a la libertad. También fue miembro del movimiento anti apartheid en Sudáfrica.
También fue clave para abrir la puerta a otros artistas negros de la época. La presencia e influencia de Belafonte fue un referente para permitir la llegada de una época más tolerante y accesible. Tiró abajo las murallas raciales y allanó el camino de muchos, quedando reflejado como un icono del progreso y la esperanza.
Decimos adiós a un icono absoluto. Una almenara para muchos y una leyenda para todos. Descanse en paz.
Daniel
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