jueves, 27 de julio de 2023

Descubriendo a... Sinèad O' Connor

La muerte siempre es algo amargo, pero se vuelve especialmente triste cuando la vida también lo fue. Se ha ido uno de los juguetes rotos de la música. Un rostro que fue reflejo de la tristeza interior desde que tengo memoria. No es que Sinéad O´Connor haya sido un nombre mencionado cada día de mi vida, ni siquiera por bocas ajenas, pero su paso por la música es indudable. 

Ya desde joven tuvo que lidiar con un entorno familiar inestable. Por lo visto, los abusos fueron parte de su crecimiento y la muerte de su madre tuvo un profundo impacto en su vida. El refugio que la música le dio pareció ser el único hilo que la mantenía unida a cierta felicidad. 

Comenzó su carrera en bandas pequeñas a nivel local hasta que tuvo su debut con "The Lion and the Cobra" en 1987. El lanzamiento de este álbum vino con la promesa de una poderosa y nueva voz para la música del momento. 

En 1990 lanzó su álbum "I Do Not Want What I Haven't Got" en el que se incluía la canción que haría de su rostro algo histórico para la música. Su versión del ‘’ Nothing compares 2 U ‘’ de Prince la catapultó a la fama internacional.

Pero no fue solo la música la que alimentó la fama de Sinéad. En 1992, durante una actuación en el programa ‘’ Satuday Night Live ‘’, cogió una foto del Papa Juan Pablo II y la rompió mirando a cámara como crítica a la Iglesia Católica por el encubrimiento de abusos sexuales. Esto le valió no pocas críticas, pero acabó siendo reivindicada por los movimientos de lucha por los derechos humanos y las libertades. 

Algo que tristemente ha marcado la vida y obra de Sinéad ha sido su lucha contra los problemas de salud mental. Cuando su vida ya daba la impresión de haber sido un camino de sufrimiento nos llegó su declaración de que había estado luchando contra la depresión, un trastorno bipolar y la ansiedad. La melancolía y la tragedia han sido parte de su música. 

Nada se sabe respecto a las condiciones de su muerte, pero se señala el delicado estado de salud mental que sufría debido al reciente suicidio de su hijo de 17 años. No sé si se revelará, pero me temo lo peor. Nos queda su música y su paso por el mundo, por controvertido que haya sido. Descanse en paz. 

Daniel



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