viernes, 14 de julio de 2023

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA MESÍAS GALÁCTICOS

Aprovechando las dichosas olas de calor veraniegas he vuelto a leer “Dune” de Frank Herbert. Experiencia interactiva. Me falta el destiltraje y la fremochila pero el calor de Arrakis ya lo tengo. La culpa es mía por ver el trailer de “Dune: Part Two” de Dennis Villeneuve hace un par de semanas. Y a ver si tengo un huequillo de dos horas y pico y vuelvo a ver la película de David Lynch. Mi plan es leer todas las novelas que escribió Frank Herbert seguidas. Y luego quizá me meta con las precuelas que escribió su hijo Brian Herbert y Kevin J. Anderson, un viejo conocido de los fans del Universo Expandido de “Star Wars”. ¿Qué es eso? Pues todas las novelas, cómics, videojuegos y demás material que sacó Lucasfilm sobre la saga galáctica antes de que cayera en manos de la maldita Disney en la que por cierto se apresuraron a cargárselo tras la compra. Lo cierto es que “Star Wars” le debe mucho a la saga “Dune” y aunque mucha gente piensa que la segunda copia a la primera, en realidad es al revés. Bueno y otras sagas como “Juego de Tronos” también han tomado “Dune” como "inspiración". Y si no comparen ustedes las Grandes Casas del Landsraad y las Casas de Poniente. Si no recuerdo mal ésta es la tercera vez que me leo la novela de Herbert, quizá una de las mejores del género de ciencia ficción. Hace poco escuché en un podcast a un famoso guionista estadounidense reconociendo que no podía leerse la novela porque se aburría. No sé qué novela habrá intentado leer pero lo cierto es que después de haberla leído ya dos veces no me estoy aburriendo nada, la verdad. Y a diferencia de lo que piensa mucha gente no va del precio de la especia melange en los mercados galácticos. Pero bueno, en fin, muchas veces la gente se hace una idea preconcebida de algo y es incapaz de superar sus propias manías. A mí me pasa también. Ya les he contado en alguna ocasión que un día de verano hace muchos años estaba haciendo dibujillos y escuchando el disco de Iron Maiden “Piece of Mind”. Y de pronto en la última canción, titulada “To Tame a Land” empecé a escuchar palabras como Arrakis, Muad’dib, Kwisatz Haderach, Gom Jabbar, Caladan y dije: “coñe, ésta canción va sobre Dune”. Y me quedé flipado, la verdad. Así que para volver a leer esta magnífica novela no me quedó otra que elegir a Iron Maiden. Sin embargo escogí otro disco, relacionado también con temas desérticos y tal, concretamente el titulado “Powerslave”. Hace muchísimos años un colega del colegio me regaló por mi cumpleaños el póster con la portada del disco, obra del gran ilustrador Derek Riggs. Egipto, desiertos, Arrakis, se queda todo en el mismo barrio, qué leñes. “Powerslave” es el quinto álbum de la banda británica y apareció en el distópico año 1984. Claro que con lo que ha venido después ahora los ochenta parecen un oasis en mitad del desierto, por seguir con el tema y tal. En la última canción vuelven a hacer un homenaje a la literatura adaptando el poema de Samuel Taylor Coleridge “The Rime of the Ancient Mariner”. Quién lo iba a decir ¿eh? Con la mala fama que tenían los “heavys melenudos” en los ochenta resulta que leían mucho y todo. De nuevo topamos con las ideas preconcebidas. El disco trae grandísimas canciones de la banda como “Aces High”, “Flash of the Blade”, “The Duellists” y mi preferida “Back to the Village” que confieso haber repetido en numerosas ocasiones antes de escuchar la siguiente que venía en el CD. Tengo que ver si mi reproductor de CD puede repetir en bucle una canción. Una de mis manías cuando topo con una canción que me gusta mucho es oírla varias veces seguidas. Ya, es un poco de psicópatas, pero qué se le va a hacer, cada uno tiene sus filias. Así que ya saben, aunque la novela o las películas de “Dune” les recuerden a otras sagas galácticas, en realidad ésas sagas han chorizado todo lo que han podido de la novela de Frank Herbert, desde los Sardaukar (soldados del Emperador entrenados en Salusa Secundus) hasta las Pistolas Maula pasando por los Escudos de energía, los Navegantes de la Cofradía, los Fremen y hasta el Galach, la lengua oficial del Imperio, por mencionar sólo algunos ejemplos. Ea, me vuelvo a Arrakis, no olviden supervitaminarse, mineralizarse y sobre todo hidratarse. Ah y que Shai-Hulud les bendiga.

TELLY CHAVALAS



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