jueves, 22 de febrero de 2024

Descubriendo a... Billy Joel sigue en el edificio

Es fácil ser un fan de Billy Joel. Está chupado, pero se vuelve algo ingrato cuando nos damos cuenta de que hemos esperado treinta años para escuchar algo nuevo del hijo predilecto de Nueva York. No es difícil de entender si nos molestamos en conocer el contexto de este silencio creativo. Cuando Joel publicó ‘’ The river of dreams ‘’, los medios y la discográfica boicotearon a Billy y al producto, lo que provocó la desazón del artista y que se retirara para vivir de los casi cien conciertos anuales que ha estado dando desde entonces. Creyó que su lugar en la industria se desvanecía y que el sistema de valores de esta no comulgaba del todo con él. 
Billy Joel no es un buen famoso. Recela del éxito y considera que el valor de la música es la misma música. En su regreso con ‘’ Turn the lights back on ‘’ ha dicho que el mayor placer de volver es el contacto con los músicos. Unos ojos inclementes verían a Billy como un artista ingrato, pero, en realidad, no es más que un hombre sincerándose ante su público y sin necesidad de contentar a nadie. No debemos olvidar que Billy ha cosechado un éxito tan enorme a lo largo de los años que ha rozado peligrosamente al de Michael Jackson. Hablamos de un hombre que lanzó álbumes desde 1971 a 1993 que contenían musical original y que suman unas 120 canciones. Además, ha sido huésped de honor del Madison Square Garden, donde un concierto suyo es una liturgia que ningún neoyorquino quiere perderse. 
En cuanto a la canción, trata del paso del tiempo a través del prisma del amor y el arrepentimiento. Cuenta con un videoclip genial en el que vemos al Billy Joel actual regresar a su juventud mediante la tecnología con la que rejuvenecieron a Harrison Ford en la última ‘’ Indiana Jones ‘’. Funciona y consigue emocionar al fan más acérrimo. 
Es una muy buena canción que nos demuestra que el que tuvo, retuvo. Joel ha dicho que guarda mucha música que nunca escucharemos, por los motivos que he dicho más arriba y los que guarde para sí, como debe ser. Lo que si ha dicho es que es solo música, no canciones. Podría tratarse de notas al piano, aunque no me importaría escucharlas, pero eso ya es transitar terreno incierto, así que toca agradecer a un pedazo de artista que nos haya regalado otra gran canción que se suma a una extensa y rica carrera que empezó hace 50 años. Gracias, Billy, por volver al redil y recordarnos que lo que una vez fue, lo fue por algo y que siempre lo será.

Daniel



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