jueves, 29 de julio de 2021

Descubriendo a...

-Álbum-

Bridge over troubled water

Quiero empezar mi primera reseña con el último álbum de estudio que Simon y Garfunkel grabaron como dúo. Un álbum que lideró muchas listas durante un tiempo y que quedó impreso en la cultura americana de forma indeleble.

Pero mi historia va por otros caminos. Como suele pasar, mucha música no llega a uno de la forma en que fue compuesta originalmente, sino a través de versiones en otras lenguas. Debo agradecer a Camilo Sesto y a mi madre el haberme encaminado a descubrir a estos gigantes de la música.

Al crecer y tener a disposición los medios necesarios para emprender la búsqueda de música por mi cuenta, por fin pude poner título a todas las canciones que le escuchaba a mi madre a lo largo de los años. La llegada de internet me permitió profundizar en la obra de Simon y Garfunkel, descubriendo la maravilla y el genio que esconden sus canciones.

Desde ‘’ Bridge over troubled wáter ‘’ hasta ‘’ El cóndor pasa (If I could) ‘’ nos encontramos una sucesión de temas que adquieren inmediatamente la calificación de clásicos. Porque si la música se caracteriza, entre otras muchas cosas, por su capacidad de evocar, este álbum cumple con creces en ese aspecto.

Sería uno de los primeros álbumes cuyas letras memorizaría, que es algo que fue pasando con cada vez más frecuencia.

La canción ‘’ Bridge over troubled wáter ‘’ ha sido objeto de más de cuatrocientas versiones. Artistas de muy diverso pelaje han intentado emular el espíritu de la original y algunos han conseguido grandes versiones. Como Quincy Jones, sumergido en su espíritu jazzístico o el gran Don Shirley, que la interpretó al piano en su álbum ‘’ The Don Shirley point of view’’. Pero lo original siempre tendrá algo único, y que eso que hace única a esta canción sea la voz de Art Garfunkel no está nada mal.

Cuando algo me gusta, lo comparto con mi círculo cercano. Muchas veces no he esperado nada de las reacciones de muchos amigos o conocidos, que han estado más interesados en la música actual y nada en lo antiguo. Pero en una ocasión, este prejuicio se me desmontó en las narices. Le puse a un amigo el directo que Simon y Garfunkel grabaron en Central Park en el 81 y me dijo: ¿A quién no le va a gustar esto?

Os podéis imaginar la alegría que esto supuso para mí. Hay algo bonito en sentir que lo bueno debe ser compartido. Y con Simon y Garfunkel, esta es una apuesta ganadora.

Mientras escribo, levanto la cabeza para mirar la portada del disco con Art Garfunkel sacándole una cabeza a Paul Simon. Es una pena que acabaran como acabaran, y sus carreras en solitario me gustan, pero si la unión hace la fuerza, en su caso, alcanzaban la quinta esencia de cómo se entendía la música a finales de los años 50 y durante los 60.

Por mis palabras, tal vez os de la impresión de que me he posicionando a favor de Simon y Garfunkel a lo largo de esta reseña. Más que eso. Escribo esto de rodillas.

Echad un vistazo a todo lo que podáis de estos de individuos. Encontrareis las más bellas interpretaciones de voz por Art Garfunkel y las más elaboradas letras por Paul Simon.


Daniel 



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