Hola, hoy en lugar de traerles un disco les traigo a un auténtico personaje, el escritor inglés Michael Moorcock creador de Elric de Melnibone, Dorian Hawkmoon o Corum. ¿Y éste tipo qué tendrá que ver con la música? se preguntarán ustedes. Pues mucho, ya verán. En su momento escribió algunas canciones para el grupo Hawkwind en el que también militaba por aquellas fechas un tal Ian Kilmister que no es otro que nuestro viejo amigo Lemmy. Seguro que habían pensado que el tal Ian era un hermano o un clon o algo así. Pues no, era el mismísimo Lemmy y se unió al grupo en 1971 como bajista e incluso en alguna que otra canción también hizo de vocalista. El mayor éxito de la banda fue la canción “Silver Machine” que llegó a ocupar el tercer puesto en las listas británicas al año siguiente. La banda definía su música como “Rock espacial”. La verdad es que algunas canciones son auténticas marcianadas. Hace años piqué con uno de sus discos, el “Masters of the Universe” (un saludo a Skeletor y a He-Man) porque me sonaba que Moorcock había formado parte de él y a mí me gustaban mucho sus novelas. Verlo en oferta hizo el resto y se vino para casa conmigo. Si les digo la verdad no lo he puesto demasiado pues sólo le saco jugo a dos o tres canciones y para serles sincero cuando quiero escuchar “Rock espacial” mi cerebro tira más por la Electric Light Orchestra, Queen o David Bowie. Vale, algún crítico sesudo me dirá que no pertenecen a ése subgénero pero para mí encajan perfectamente, ¡qué leñes! Y hasta metería en él algunos discos de Eric Clapton o Rainbow. A mediados de los setenta el amigo Lemmy acabó tarifando con otros miembros del grupo y se largó del mismo para fundar el famoso Mötorhead, título de la última canción que escribió para Hawkwind. Por esas fechas el grupo sacó el álbum “Warrior on the Edge of Time” (Guerrero al borde del tiempo) que trataba temas de las novelas de Moorcock como el concepto del Campeón Eterno que viene a ser un héroe que va saltando de plano en plano del Multiverso para desfacer entuertos. Vamos que el pobre se pasa la eternidad combatiendo a los malos por esos mundos. A finales de los setenta les dio por crear una banda paralela llamada Hawklords (Los Señores Halcones) que luego Michael Moorcock inmortalizó en la novela titulada “El tiempo de los Señores Halcones” que escribió a pachas con Michael Butterworth. Si pueden echarle las zarpas a un precio barato se la recomiendo. Hace tiempo que me la leí y no recuerdo demasiado pero mejor, así no les destripo nada por si les da por leerla. Básicamente los tales Señores Halcones son un grupo de músicos rebeldes que combaten contra una tiranía que ha nacido de las cenizas radioactivas de una guerra nuclear y que controla a la poca población que queda utilizando la “maligna” música de Ray Charles que emiten desde unos camiones que se pasean por las calles. Sí, como el tapicero que ha llegado a la puerta de su casa y tal. Espero no estar dándole ideas a algún que otro político siniestro. Caray, pobre Ray Charles, el amigo Moorcock se pasó un poco con el músico ciego. Recuerdo que me chocó mucho semejante ataque gratuito cuando leí la novela. Una vez más los editores patrios han vuelto a hacer el ridículo con la portada de la novela y han plantado una foto que nada tiene que ver con el argumento de la misma y que parece más un cartel de la película “Vinieron de dentro de…” (1975) del gran David Cronenberg una cinta que aprovecho también para recomendarles. Bueno ésta semana me he extendido un poco más, se nota que me gustan mucho las novelas del amigo Moorcock y las marcianadas espaciales. Para mí le añades “espacial” a cualquier cosa y ya la cosa mejora una enormidad. Secuelas de haber visto de pequeño “La guerra de las galaxias”. Bueno, les dejo las córneas tranquilas. Que la música les acompañe y ¡Viva Lemmy! Y Moorcock, claro.
TELLY CHAVALAS
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