viernes, 30 de junio de 2023

El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA NARRADORES TERRORÍFICOS

A veces cuando remueves material en casa te encuentras cosas que no sabías que tenías. Yo lo llamo “la tienda en casa”. También hay veces que sacas a la luz cosas que pensabas que te habías leído, pero resulta que no. Es lo que me ha pasado a mí con algunos tomos de la revista de historietas de terror “Creepy” y su hermana “Eerie”. La primera vez que fueron publicadas en España a principios de los setenta fueron rebautizadas como “Vampus” y “Rufus” respectivamente. La verdad es que el “presentador” de la revista “Eerie” tiene cara de llamarse “Rufus”. Posteriormente la editorial Toutain sacó la cabecera “Creepy” que contenía historietas de terror de grandes autores del cómic como Richard Corben, Frank Thorne o John Severin presentadas por el Tío Creepy. Con las prisas de terminar siempre acabas colocando cosas donde no quieres y me encontré varios tomos de éstas revistas publicados por Planeta DeAgostini en 2009 digamos “emparedados” tras mi colección de cómics de “Hulk” como el pobre Fortunato de “El barril de amontillado” de Edgar Allan Poe. Lo que más alegría me dio es que había dejado las marcas por las que dejé la lectura así que puedo reiniciarla cuando quiera. Y aprovechando mi cabreo actual con Marvel he hecho lo que no pudo hacer el general Thaddeus “Trueno” Ross y he atrapado a Hulk y he puesto delante a mis tíos favoritos, el Tío Vampus y el Tío Rufus para poder ir disfrutando de esos tomitos que dejé a medio leer hace años. Y claro, pensé ¿qué música es mejor para leerme éstos cómics de terror? Y no se me ocurrió mejor músico que el amigo Ozzy Osbourne, la verdad. Tengo varios discos del artista pero había dos que hacía mucho tiempo que no escuchaba “The Ultimate Sin” y “The Ozzman Cometh”. El primero, aparecido en 1986 se convirtió en un gran éxito en las listas gracias a coincidir con el auge del Heavy Metal. Curiosamente ya no figura en el catálogo del artista y no ha sido reeditado ni remasterizado desde 1995. Tiene grandes canciones como “Thank God For The Bomb”, “Never”, “Secret Loser”, “Shot in the Dark”, “Killer of Giants” o “Lightning Strikes”. Por su parte “The Ozzman Cometh” fue publicado en 1997 y es un interesante recorrido por la carrera del cantante desde sus tiempos de Black Sabbath hasta su obra al frente de su propia banda. Yo debo de tener una edición antigua del disco, porque todavía trae “Shot in the Dark” canción que ha sido sustituida por “Miracle Man” en ediciones posteriores debido a desacuerdos legales con el creador de la canción Phil Soussan. Aunque seguramente tenga casi todas las canciones en otros discos de Ozzy, como la ya mencionada “Shot in the Dark”, merece la pena tener éste disco porque es una especie de resumen de toda su carrera. Como anécdota les diré que mientras estaba disfrutando de las historias de “Creepy” y “Eerie” así como de la magnífica música del amigo Ozzy y sus compinches me dí cuenta de que había un par de palomas sobre el alféizar de la ventana haciendo el ruido raro ése que suelen hacer. Zurrear, creo que se llama. Pues ahí estaban las colúmbidas con su música como si disfrutaran de la música de Ozzy. O esa impresión me dio. Sospecho que las aves no conocían una historia que se cuenta del amigo Osbourne cuando tuvo una reunión a principios de los ochenta con ejecutivos de la CBS. No se le ocurrió otra cosa que llevarse tres palomas para soltarlas al final de la misma en plan “viva la paz” y tal. Pero conociendo a Ozzy la cosa no terminó bien. Hubo una responsable de relaciones públicas que le dio tanto la brasa que el amigo Ozzy harto de ella le preguntó aviesamente “¿Te gustan los animales?” y luego pilló a un par de palomas y les cortó la cabeza a bocados, escupiendo las cabezas sobre la mesa después. La de relaciones públicas acabó desmayada por el suelo. No me extraña. Si lo hubiera hecho hoy en día Ozzy acaba en Guantánamo o en la Zona Fantasma. Así que yo también me reí de forma aviesa mientras recordaba la anécdota y escuchaba zurrear a las palomas. Luego pensé que quizá le buscaban para vengarse y se creían que estaba en mi casa. Ea, esto me pasa por leer historias del Tío Vampus y el Tío Rufus. Por cierto, recuerdo que uno de los colegas del colegio, heavy a la sazón y gran fan del grupo Venom era muy aficionado también a éstos cómics y cada vez que íbamos al rastro se ponía a rebuscar en los montones de “Creepys” como si no hubiera un mañana. Así que de alguna manera el terror y el heavy metal se llevan casi tan bien como Ozzy y las palomas. Bueno, vale de “terrol” por ésta semana. Ea ya saben, sean buenos y no olviden supervitaminarse y mineralizarse. Y cuidado con las palomas.

TELLY CHAVALAS



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