jueves, 19 de mayo de 2022

Descubriendo a... Nos dieron Charlatans por Byrds

 Mark Unobski y el Red Dog Saloon

Un movimiento empieza en un pueblo de Nevada. Un grupo de gente se reúne en un edificio pintado de rojo. En este edificio hay un letrero que pone “ Red dog saloon “. 

El propósito de este edificio es revivir el espíritu de los salones del antiguo Oeste en los que también se pueda comer comida francesa y, por supuesto, música en directo.

Toda esta iniciativa es idea de Mark Unobski, un enamorado de la música folclórica americana. Junto a su socio, un tal Mr. Hip, empiezan a contratar grupos para llenar el Red dog saloon. Entre ellos, los Charlatans, que proponían una mezcla de jug y rock psicodélico. Además, su aspecto es perfecto para el Red Dog Saloon: Pelo largo, bigotes recios y una actitud propia de otro siglo. 

Pero hubo un pequeña confusión. Resultó que el tal Mr. Hip estaba convencido de que eran los Byrds y les ofreció un contrato de trabajo fijo en el Red Dog Saloon.

Los Charlatans se instalan en el Red Dog Saloon y empieza la magia.

Tras unos días sin hacer nada , el señor Hip cree que es el momento de que se ganen el sueldo y les dice que tienen que cerrar una fiesta privada con una actuación.

Como suele pasar, el jolgorio acaba en llanto. Resulta que, a la hora de tocar, el LSD está tan presente que no son capaces de tocar una nota ni de mantenerse en pie. Cambiaban las notas y se intercambiaban los instrumentos. Un desastre. 

Pero entre todo ese desastre se oye un aplauso. Es Mark Unobski que empieza a gritar que es lo más divertido que ha visto jamás. 

Acto seguido subraya su contrato.

Daniel




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