CANCIONES PARA METEPATAS
Recuerdo que un día llegué a la oficina por la tarde y estaba desierta. No había nadie. Sin embargo había un ordenador encendido del que salía música. Era rumba, bachata, reguetón o algo así, no controlo mucho ése tipo de música, la verdad. Total que me acerqué y después de ver que había un programa abierto llamado “iTunes” apagué el ordenador pensando que alguien se lo había dejado encendido. Y una vez más en ésta vida el amigo Telly metió la pata. Resulta que había una compañera trabajando en una de las habitaciones en las que había archivos que estaba escuchando la música desde lejos. Metida de gamba hasta el corvejón made in Telly. En fin, después de pedirle perdón volví a encenderlo pero fue ella la que tuvo que poner de nuevo el programa, sobre todo para buscar la radio en la que emitían la mencionada música caribeña. A pesar del momento embarazoso me quedé con el nombre del programita y en días sucesivos fui yo el que empezó a dejar aquél ordenador encendido cuando había poca gente y se podía escuchar música tranquilamente. Y qué cosas descubrí amigos. Me tiré una semana entera escuchando música Cajún de ésa que sólo había oído en alguna que otra película como “La presa” (1981) de Walter Hill o “Con su propia ley” (1989) de John Irvin. Si no las han visto, se las recomiendo. También había cadenas dedicadas a música clásica, bandas sonoras, rock de los ochenta, heavy metal. Vamos, una maravilla de descubrimiento. Y todo gracias a meter la zarpa donde no debía. Una de las canciones que descubrí en esos días fue “Werevolves of London” de Warren Zevon y cada vez que salía en una de ésas cadenas de rock clásico alucinaba con ella. Otra que también ponían mucho era “I’ll Wait” de Van Halen. Yo tenía algún que otro disco de Van Halen en casa y me los escuché todos a ver si tenía dicho tema. Pero nada, la canción venía en el álbum “1984” y ése me faltaba en la colección. Bueno faltó durante algún tiempo, hasta que le eché mano en un cajón de ofertas un día que tuve suerte. Me suena que éste disco de Van Halen estaba entre los vinilos que mi hermano me dejaba poner en su habitación así que era otro motivo para que estuviera en busca y captura. También busqué algún disco asequible del amigo Zevon, pero sin éxito. A la vuelta del tiempo sin embargo me topé con “The Very Best of While My Guitar Gently Weeps” un disco doble con grandes temas guitarreros. ¿Y cuál era la primera canción? “Werevolves of London” de Warren Zevon motivo por el cual acabé comprándome dicho recopilatorio. Pero vamos que trae otros grandes temas de grupos como Thin Lizzy, Dire Straits, The Who, Fleetwood Mac, Creedence Clearwater Revival, Stealers Wheel, Boston o The Doobie Broothers. También contiene temas de músicos como Chris Rea, Gary Moore, John Lee Hooker, Robert Palmer, Santana, Rod Stewart o J.J. Cale. Un recopilatorio muy recomendable, sí señor (o señora), sobre todo si te gusta la variedad y que una canción no se parezca a la siguiente. Vamos que parece una cinta de ésas que se escucha el amigo Starlord en “Guardianes de la galaxia”, en la película, claro, porque en los cómics el personaje es más seriote (por no decir muchísimo más hijoputa) y no hace chorradas cinemático-marvelitas de ésas. El hombre se limita a viajar por el universo en su nave espacial llamada así precisamente: “Nave” y desfacer entuertos galácticos como buen superhéroe espacial que se precie. Nada de hacer el payaso como en el cine, no señor. Total que a veces meter la pata puede tener resultados positivos. La compañera de trabajo me siguió mirando raro desde entonces, eso no tuvo remedio y al fin y a la postre pasado un tiempo ya me daba igual. No era la primera persona a la que cabreaba y lamentablemente no sería la última. Pero ¿y la cantidad de canciones que descubrí? ¿No decían que París bien vale una misa? Pues una metida de pata bien vale toda la música que descubrí. Ea, cuídense y disfruten todo lo que puedan y les dejen los demás.
TELLY CHAVALAS
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