El Cajón de Telly Chavalas

MÚSICA PARA AGUILILLAS

Esto de la música es algo curioso. Por edad no deberían gustarme Los Eagles, más que nada porque no son de mi época. Además mi hermano no tenía ningún disco suyo en la colección de vinilos así que por ahí tampoco pude contaminarme. Si les digo la verdad, a día de hoy no sé porqué compré éste recopilatorio de la banda aparecido en 2008. Sí recuerdo que me debió costar más barato porque es un disco de ésos que vienen en envase de cartón con lo que la productora se ahorra la cajita de plástico. Como mis neuras coleccionistas las reservo para los cómics pues en otros vicios como los DVDs, los libros o los discos soy más recatado y no me importa tanto el aspecto. Vamos que me da igual cómo lo tengo con tal de poder disfrutarlo. Y lo que les comentaba, no sé porqué me lo compré. Quizá por simple curiosidad. O puede que escuchara un par de canciones en la radio y me llamaran la atención. Hay gente que no le presta atención a cosas aparecidas antes de su nacimiento ya sean películas o discos. Siempre he pensado que semejante costumbre era limitarse el disfrute. De hecho hay incluso gente que no ve películas en blanco y negro. O mudas. Hasta que llegan los de la Academia de Hollywood y le dan el Oscar a una película muda en blanco y negro claro. Entonces todo el mundo corre a verla. Cosas de la moda y tal. También hay que decir que existen otras personas a las que eso no les importa y pueden ser jóvenes y asistir a conciertos de Guns n’ roses, los Rolling Stones o AC/DC. Vale, a veces ha sido un familiar más viejuno el que les ha inculcado el aprecio por semejantes grupos, no sé, quizá una madre o un padre, una tía o un tío, algún hermano o hermana mayores. Una amiga mía era fan de la banda A-ha y en general de la música de los ochenta y no había crecido en ésa época. Sin embargo era fan acérrima de los noruegos. Y es que al final, si algo es bueno, da igual si te aficionaste a ello cuando crecías o más tarde. O si llegaste a disfrutar de ello mucho después de que fuera un éxito. Las modas al fin y al cabo son absurdas. Un día van a decir que salir con la ropa interior en la cabeza es lo más moderno y vamos todos como gilipollas a hacer lo mismo. Bueno, dejando aparte la absurdez del ser humano que es profunda y sin límites volvamos al disco recopilatorio de los grandes éxitos de Los Eagles. En realidad, discos, por que son dos, el primero con 17 canciones y el segundo con 16.  A mí personalmente me gusta más el primero ya que trae grandísimas canciones como “Lyin’ Eyes” (una de las canciones más bonitas que he escuchado en toda mi puta vida, ojo cuidado), “Witchy Woman”, “Desperado”, “Peaceful Easy Feeling”, “Doolin-Dalton”, “Tequila Sunrise” y la más conocida del grupo “Hotel California”, que si les digo la verdad a mí ni fu ni fa. Quizá sea por haberla escuchado demasiado en ésas radio-fórmulas que emiten directamente desde el reino de Belcebú y que ponen canciones como éstas una y otra vez, sin dar descanso a las neuronas y menos a las orejas del oyente. El disco 2 también tiene sus canciones curiosas, no crean, como “Life in the Fast Lane”, “Heartache Tonight”, “In the City”, “Those Shoes” o “New Kid in Town” otra muy conocida del grupo. Hasta ahora no lo he escuchado mientras leía algún cómic o algún libro. Recuerdo haberlo mantenido, digamos, en salmuera. Vamos que lo escuchaba poco y lo guardaba para cuando tenía que tirarme una tarde entera dibujando. Ahora dibujo mucho menos, la verdad, así que tendré que buscarle algún destino adecuado. Eso sí, para bichear en el Twitter va muy bien. Y supongo que los conductores dirán que está bien para echar unos kilómetros, pero esto último no puedo asegurárselo porque en mi vida no he llevado nada más complejo que una bicicleta. Soy pobretón y de infantería así que suelo tirar de transporte público, qué se le va a hacer. Pues lo dicho, si pueden échenle una oreja o dos. Y si lo ven barato, no lo duden. Sobre todo porque ver algo barato hoy en día es una tarea casi quimérica. Ea, disfruten todo lo que puedan y les dejen los demás. Y sobre todo cuídense.

TELLY CHAVALAS